Camilo Martínez Guerra (22) es un mozo común y corriente del pub Blue Moon de Coquimbo, hasta que se apagan las luces y nace una estrella. ¡Auuuu!
Cada fin de semana "El Chico", como le dicen sus amigos, llega a garzonear cerca de las 20 horas al bar del Barrio Inglés. El estudiante de Educación Física se pone su uniforme de color negro, pesca la bandeja, lápiz y papel y comienza a servir tragos y tablas a los parroquianos, en su mayoría adultos jóvenes.
En un momento de la noche, cuando termina el karaoke y ya tocó la banda musical de turno, viene el turno del diligente mozo.
El titán cuelga la servilleta, esconde la bandeja y se sube al escenario.
A sus espaldas una pantalla gigante comienza a mostrar el video Billie Jean de Michael Jackson y Camilo Martínez "Jackson" alucina que está en los escenarios más grandes del mundo, se pone su sombrero, un poco distinto al del Rey del Pop, y comienza con el clásico "moonwalk" o en buen chileno, el pasito p' atrás.
La gente se sorprende. Aplaude y vitorea al mozaico. Éste agarra papa, comienza con las mismas piruetas de Dominó Jackson y mueve las patitas y los brazos sincronizado con los movimientos del video. ¡Ayuwoki!
Luego prosigue con Beat it, Smooth Criminal y Bad.
"De repente se quiebra la rutina, los clientes se descolocan. La gente se pone eufórica y se suelta mucho", explica el "Maikel" Garzón de Coquimbo.
- Y luego del manso show, ¿qué hace míster?
- ¡Pucha! Pesco la bandejita, me sacó el gorro y el guante blanco y me pongo a atender nomás o a limpiar mesas.
-¿Cómo le dicen los clientes?
- Me dicen "Michael", Camilo o "El Chico". Los más pesados me dicen 'tráeme una cerveza, poh conche....'.
- ¿Cómo andan las propinas después del ¡auuu!?
- Más o menos nomás. Igual algunos clientes me felicitan harto. Una vez me dijeron: "Flaco te ganaste la plata" y me dieron 9 lucas. Otros me dicen: "¡Te pasaste cabro!, ahora partiste a buscarme una cerveza".
Y partió... ¡ayuwoki!!!!