Lo que debía ser un distendido asado de camaradería entre oficiales de Gendarmería terminó con un centinela machucado y la suspensión del jefazo del Centro de Cumplimiento Penitenciario Colina II.
El movido brillo que acabó en mocha se realizó a principios de julio, pero sólo en los últimos días trascendió a la prensa. Y recién ayer fue confirmado por la institución de centinelas.
La fiestoca se realizó en la casa fiscal del alcaide del Centro de Cumplimiento Penitenciario Colina II, teniente coronel Víctor Rubio Navarro. Esta vivienda es sólo para uso exclusivo del jefe de la cana y se ubica al interior del recinto canero.
El director regional metropolitano de Gendarmeria, coronel Carlos Muñoz Saavedra, explicó que de acuerdo a lo expresado por Rubio, el malón tenía como objetivo reunir al equipo de oficiales para mejorar la gestión.
Muñoz añadió que de acuerdo a los antecedentes que se están investigando "se habría producido una pelea entre dos oficiales, resultando uno con una fractura nasal".
Fuentes penitenciarias precisaron que el oficial herido tiene el grado de teniente y que el agresor sería el capitán Bernardo Andrade. Supuestamente se agarraron a combos tras fuertes descalificaciones.
Muñoz añadió que "efectivamente habrían algunos excesos", en referencia al consumo de copete que desencadenó la pelea.
Ahora queda esperar el resultado de las indagaciones internas y el dictamen final respecto a las medidas administrativas a tomar, que van desde un registro en la hoja de vida hasta la destitución.
El sumario administrativo tiene 20 días para la etapa investigativa. El fiscal administrativo Freddy Larenas acreditó la realización del encuentro y la pelea.
Mocito
La investigación también permitió cachar que en el carrete se utilizaron los servicios del interno Alexis Martínez Ramírez, quien preparó el asado y fue devuelto a su celda aproximadamente a la una de la madrugada.
Con los antecedentes en la mano, el 14 de julio el director nacional de Gendarmería, Juan Letelier Araneda, solicitó el retiro del suspendido teniente coronel por la gravedad de la falta cometida por el oficial.
El cargo de Rubio fue asumido por el coronel Leonardo Barrientos, quien se desempeñaba como jefe operativo en la región de La Araucanía.
Orden
Según el coronel Muñoz, en las casas fiscales entregadas a oficiales del alto mando de unidades penales "no puede existir ningún tipo de excesos".
"Esta administración no va a tolerar ningún tipo de acción que mancille el nombre de Gendarmería de Chile", afirmó el oficial Muñoz.
Indicó que “es el primer caso que me toca abordar a nombre de oficiales participantes y más en una propiedad fiscal”.
Por su parte, el presidente de la Asociacion Nacional de Oficiales Penitenciarios (ANOP), teniente coronel Alberto Figueroa Quezada, dijo que "si los involucrados son motivo de responsabilidad administrativa, las medidas deben ser proporcionales a la falta cometida".
Indicó que no se puede consumir copete dentro de los recintos carcelarios.