General Gustavo González: "A mí no me manda mi señora... voy solito"

En Alameda con Zenteno está el edificio del Alto Mando de Carabineros. No es ninguna maravilla por fuera ni menos en la entrada: una pequeña recepción, un par de ascensores y hasta medio oscuro. Una paquita bien engominada y con un moño que la hace verse china habla por teléfono, mientras teclea decenas de anexos.

Ahí uno se informa si el general Gustavo Adolfo González Jure, el jefe máximo de la policía uniformada, recibe o no la solicitud de acceder a una entrevista. Ya en su despacho, al interior del inmueble situado a trescientos cincuenta pasos de La Moneda, el alto oficial conversa con La Cuarta, sabiendo que la cosa no va por las estadísticas ni el protocolo. La idea es dar a conocer qué hay detrás de un oficial de casi dos metros, con cara dura y las manos más grandes que las del Rambo Ramírez. Es el que corta la seguridad de Chile.

- Pese a su cargo, me tinca que en la casa manda calzón, porque se le ha visto en el supermercado lleno de bolsas y solito.

- (Se ríe y toma agua) Soy bastante normal, ejerzo mis funciones de dueño de casa, de papá, de abuelo, hago las compras. A mí no me mandan, voy voluntariamente.

- No le creo...

- En serio.

- Me parece…¿Pero debe ir con un choclón de guardaespaldas?

- No. Afortunadamente voy a supermercados que están cerca de mi casa. Lo hago a pie y no tengo mayores inconvenientes.

- ¿Por qué decidió ser carabinero?

- La vocación la empecé a sentir desde que tenía uso de razón. Mi papá era jefe de tenencia en la localidad de Tiltil y yo pasé toda mi infancia en ese lugar.

- O sea, le apuesto mi cabeza que en el colegio fue brigadier…

- Sí pues, de todas maneras.

- Pero más grande hay que ser choro, tener patas y ser valiente para vestir de verde. ¿Cómo era usted?

- Nunca sentí ese temor. En esa época la situación era un poco distinta, había bastante respeto por la autoridad. No digo que ahora se haya perdido totalmente, pero las cosas eran diferentes de todas maneras.

- Hizo una carrera maratónica para llegar a ser general director. ¿Pero detrás de eso hay calle, alguna vez salió corriendo detrás de un delincuente?

- Varios lanzas cayeron (ríe).

- Bueno, con ese porte había que puro entregarse…

- ¿Cómo cree usted que los chilenos ven a Carabineros?

- La comunidad tiene una opinión bastante favorable. Incluso aquellos que, de una u otra forma, pueden eventualmente tener algún problema con nosotros, ya sea de seguridad o de orden público. Pero finalmente igual acuden a Carabineros ante cualquier eventualidad. Las encuestas dan cuenta de ello. Estoy orgulloso de mis carabineros.

- La gente siempre recurre a Carabineros, pero también hay algunas quejas como los tratos en las protestas. ¿Usted cree que se le ha pasado la mano a Carabineros en las manifestaciones?

- Algunos funcionarios se salen de los protocolos de actuación, se salen de su obligación funcionaria. Si somos casi cincuenta mil carabineros de orden y seguridad deben existir algunos, muy pocos, que no cumplen sus función a cabalidad. Si se les pasa la mano, somos drásticos: cualquier delito de un funcionario se investiga hasta al final y con sanciones duras.

- En una marcha, ¿quién detiene a una mujer? Será una policía mujer o hay algún protocolo especial para tomarla, como, por ejemplo, no agarrarla de la cintura ni pasarle a llevar la delantera, o no tocarle …No sé. Pueden acusar abuso sexual…

- Existe un protocolo, el cual por la emergencia a veces no se cumple. Pero es obligación respetarlo, y lo ideal es que siempre sea una funcionaria tratándose de mujeres.

- Y los balines de paintball volaron al final…

- Primero no son balines, son bolitas de pintura. La palabra bala o balín tiene otra connotación: se usa con armas de fuego y se expulsan con pólvora. Estos se lanzan con aire comprimido y lo utilizan los menores.

- Pero las bolitas de pintura, según la Sociedad Oftalmológica de Chile, pueden hacer perder un ojo…

- Claro que sí, el agua también. Si usted tira un chorro de agua directo al ojo puede hasta sacarlo. Va en el modo de empleo. Nosotros ocupamos las bolitas de pintura para marcar a personas que cometen alteraciones al orden público. Pero esto lo tengo suspendido, mientras no se tome una resolución definitiva respecto del uso.

- ¿Cuál es la diferencia del general González con los directores anteriores?

- Yo puse mi sello de gestión, y son cuatro: todos los carabineros a la calle, cercanía con la comunidad, lograr que valoren nuestro trabajo y mejores resultados.

- Al cumplirse un nuevo aniversario, ¿cuál es lo mejor de 2012... y lo peor?

- Lo mejor, los excelentes resultados de victimización, que bajó considerablemente. Bueno, lo peor, nuestros funcionarios muertos.

- ¿Hay rivalidad o bronca con la PDI?

- Pueden haber casos puntuales, pero rivalidad como instituciones no existe.

- Con el jefe de la PDI Marco Vásquez se lleva impeque...

- Sí pues, nos juntamos a trabajar todas las semanas.

- Bueno, acá en A. Latina usted es respetado por sus colegas vecinos. ¿Tiene buena onda con alguno en especial?

- Con el argentino, Héctor Schenone…Pero se fue.

- Ahí, su copetito o un vinito…

- (Ríe) Es muy poco, pero cuando lo tengo que hacer, lo hago. Soy una persona normal.

- General, con la muerte de Bernales en el accidente él quedó como el “General del pueblo’’. Dicen que es incomparable. ¿Lo ve como una sombra eso?

- No, en absoluto. Más aún cuando yo fui el primero en enterarme de que él había muerto.

- Qué fuerte…

- Yo era director del personal y me llamó telefónicamente un oficial panameño que se había formado en Chile. Él me dio a conocer del deceso de mi general. Sí, fue fuerte: dar a conocer una noticia de esa magnitud, y hablar de un hombre muy cercano a mí.

- ¿Lloró?

- (Se emociona) Sí. Todos echamos su lagrimita por el general director, por su familia y por la comitiva que lo acompañaba. Tuve una participación directa en esta tragedia tan lamentable.

- Bueno, para cambiar un poco este momento y hacerlo más agradable. El humor. ¿Conoció a Bastián Paz?

- Lo tomé con bastante altura de miras. Él quería ser carabinero por un día y le dimos esa oportunidad.

- ¿Y le contó algún chiste?

- Cuenta tantos chistes, de esos rápidos y picarones.

- ¿General, qué le parece el Ratón Mickey de los viernes? (la foto de la modelo agachada levantando la colita)

El Ratón Mickey es extraordinario. Mucha curva.

COMPARTIR NOTA