Afirmado sobre muletas para aleonar a sus compañeros en la última etapa del rescate, llegó a la mina San José el trabajador que el pasado 3 de julio sufrió un accidente laboral en el maldito lugar, que le costó la amputación de su pierna izquierda.
Se trata de Gino Cortés, quien perdió su extremidad debido a la caída de una pesada roca que se desplomó por una supuesta falla en el enmallado interno de las paredes de la mina. El titán justo terminaba una pega de fortificación, cuando se produjo un desprendimiento en el techo.
"Me dio mucho gusto saber que la sonda llegó al taller, así que me levanté para venir a apoyar a los muchachos. Lo que más quiero es reencontrarme con ellos", comentó chocho Cortés cuando iba rumbo a la boca del yacimiento.
"Desde que se produjo el derrumbe mis compañeros han estado preguntando por mí, ya que al momento del accidente yo estaba en una muy mala condición de salud a causa de una infección en la pierna que me tuvieron que cortar. Sin embargo, a través de cartas nos hemos comunicado y les he mandado palabras de aliento", indicó el aperrado Gino.
El optimista sobreviviente agregó que "siento mucha emoción de poder volver a la mina y deseos también de que se haga justicia, porque yo fui una víctima física de las anomalías que existen en la pequeña y mediana minería. Quedé inválido para siempre, pero gracias a Dios pude salvar con vida y estoy seguro que lo mismo va a suceder con mis compañeros".
Por el accidente de Gino Cortés la fiscalía de Caldera abrió una investigación por cuasidelito de lesiones graves en contra de los dueños de la empresa minera San Esteban, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny, y tras su formalización el Juzgado de Garantía de Caldera decretó la prohibición de que los ejecutivos abandonen el país.
El fiscal Héctor Mella señaló en la audiencia que los formalizados "omitieron deliberadamente las medidas de seguridad", y aseguró que "había una negligencia permanente por parte de las directivas de la empresa, y más que negligencia, hay dolo".
Por la tragedia también se le imputaron cargos al gerente general de operaciones de la firma, Pedro Simunovic, y al jefe de operaciones, Carlos Pinilla.
En esa audiencia de formalización, realizada el pasado viernes 1 de octubre, se fijó un encuentro judicial para el 5 noviembre, cuando se discutiría una eventual acuerdo reparatorio a Cortés.
LA MINA AVISÓ QUE ERA UNA TRAMPA MORTAL
Javier Castillo, dirigente sindical de la mina San José, contó que entre 2004 y 2007 se registraron 4 muertos en las faenas del yacimiento. El último de estos accidentes, donde falleció Manuel Villagrán, determinó el cierre total del socavón, que se reabrió en 2008.
El fiscal Héctor Mella, quien investiga el caso de Cortés, detalló que, por ejemplo, sólo en 2006 la empresa registró 180 lesionados.
Tras su reapertura, tanto la Dirección del Trabajo como la Seremi de Salud alertaron que era un peligro.