SANTIAGO.- El Gobierno chileno informó que el próximo jueves concluirá la investigación sobre el quinto caso de un falso detenido desaparecido durante la dictadura, que salió a la luz pública la semana pasada.
La investigación corresponde al caso de Pedro Millas Márquez, considerado detenido desaparecido por la Comisión Rettig pero que, según el Gobierno, murió en 1982 en un accidente ferroviario en la localidad de Laja, a unos 500 kilómetros al sur de Santiago.
Las apariciones de falsos detenidos desaparecidos "no enlodan en nada todo lo que hemos avanzado en estos 20 años", afirmó el portavoz en funciones del Gobierno, Neftalí Carabantes.
Carabantes destacó el trabajo permanente por la "verdad y justicia" que ha llevado a cabo el Gobierno, y recalcó el avance en las investigaciones sobre derechos humanos que se han realizado en estos últimos 20 años.
"Si se presenta alguna denuncia formal por escrito, seria, responsable, el Gobierno va a tener la mejor de las voluntades para analizarlas y chequearlas", recalcó ante la posibilidad de que aparezcan nuevos casos de falsos detenidos desaparecidos.
El pasado jueves, el Ejecutivo anunció que investigará la denuncia de un nuevo caso de una persona catalogada al parecer erróneamente como detenida desaparecida durante la dictadura de Augusto Pinochet.
El caso, destapado por un canal de televisión local, implica a Gustavo Edmundo Soto Peredo, que aparece como víctima en el informe de la Comisión Rettig, donde se especifica que fue detenido el 13 de septiembre de 1973.
Sin embargo, su certificado de defunción señala como fecha de su muerte el 18 de agosto de 1973, producto de una herida penetrante en el tórax con perforación del corazón.
De confirmarse la denuncia, Soto Peredo se convertiría en el sexto caso de falso detenido desaparecido descubierto en los últimos tres meses.
La historia de Soto Peredo se tornó más compleja cuando se descubrió que sus hijos también figuran en la lista de detenidos desaparecidos y que la informante de los tres casos fue María Cabrera, una enferma mental ya fallecida.
El ministro Carabantes reconoció que estos casos son "lamentables" y que "es una materia muy dolorosa, que no tiene que ser utilizada en términos políticos".
Señaló que el verdadero escándalo es la existencia de detenidos desaparecidos y no las equivocaciones respecto a algunas identificaciones. (EFE)