La idea es contar con los datos de los comensales en caso de que se registre un brote. Gremial de centros de comida insiste que la medida debe ser voluntaria.
Los bares y restaurantes de las comunas en "Preparación" de la Región Metropolitana se transformaron en una alternativa de celebración para cientos de familias, que no quisieron prender la parrilla en la casa. Eso sí, debieron ponerle el pecho a varias fiscalizaciones sanitarias y laborales durante el fin de semana para no poner en riesgo la integridad de trabajadores y clientes.
Por lo mismo, desde el Gobierno les solicitaron a los empresarios gastronómicos ayudar en la trazabilidad de personas y anotar los datos personales de cada uno de los comensales que lleguen a los locales.
"La estrategia sanitaria tiene un elemento que es fundamental y es el TTA, que es testear, trazar y aislar. Eso tiene que ir incorporándose a todas las actividades que hacemos", aseguró Lucas Palacios, ministro de Economía, quien se dejó caer ayer en varios locales de Las Condes para verificar el funcionamiento de los templos del "manye".
"La trazabilidad se ha incorporado a las distintas actividades económicas y también se está incorporando en la apertura de los restaurantes, es decir, por cada persona que llega, el restaurante tiene que trazar, tiene que saber quién estuvo, pedirle el RUN y de esa forma -a través de un sistema integrado de datos- sabremos qué persona está contagiada y así prodremos contactar a las personas que estuvieron en contacto", comentó la autoridad.
La petición fue aplaudida por los jefes comunales, quienes aseguraron que los restaurantes deben colaborar en la pandemia ya que corren serio riesgo de volver a cerrar si las comunas vuelven a cuarentena.
"Los restaurantes con las mesas en la calle nos dicen que están atendiendo a un 30% de las personas que atendían antes de la pandemia, lo que es mejor que estar cerrados. Y lo otro es que han recuperado alrededor de la mitad de los puestos de trabajo", destacó Joaquín Lavín, edil de Las Condes.
Por su parte, el presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), Máximo Picallo, aseguró que la medida debe ser voluntaria por parte de los clientes, aunque como gremio no se negarán a lo solicitado por las autoridades.
"Los restaurantes no tienen competencia para estar solicitando datos personales a los clientes, por lo tanto, esta es una situación voluntaria", comentó.