Cuando uno era chiquitito, para aprender los números negativos en Matemáticas, los papás enseñaban que "los amigos de mis amigos son mis amigos" y que "los enemigos de mis enemigos son mis amigos".
Esta última frase aportaba claridad sobre la multiplicación de dos números negativos, los que mágicamente se transformaban en uno positivo.
En el "hablamiento" se puede ocupar esta misma regla y ayer el biministro Laurence Golborne cayó en las redes de la doble negación al escribir en su twitter: "por favor, agradezco el interés, pero no soy candidato a nada. Concentrémonos en lo que importa. Los temas de Energia y Mineria son esenciales".
Su frase "no soy candidato a nada" nació en respuesta a las declaraciones del diputado UDI, José Antonio Kast, quien dijo sin ponerse ni colorado que para las Presidenciales 2014 "nuestro candidato mejor posicionado es Laurence Golborne.
Estas buenas intenciones se suman a las recientes declaraciones del también UDI Víctor Pérez, e incluso a las de Joaquín Lavín. Ambos creen que el ministro de la sonrisa tipo Pepe Cortisona tiene que puro mandarse a hacer la banda tricolor.
La Cuarta habló con el periodista Héctor Velis-Meza para que nos hablara de la "doble negación".
"En general la gente habla así y generalmente se entiende como una negación. Ahora la nada es la inexistencia, así que si él dijo 'no soy candidato para nada', quizás debió haber dicho simplemente 'soy candidato para nada', porque acá se produce la doble negación", explicó el caperuzo.
- ¿Entonces podríamos decir que Golborne dijo en forma subconsciente que sí era candidato?
- La expresión está tan incorporada en el lenguaje que eso mejor lo respondería un profesor de filosofía.
