Greenpeace luquea las aguas de Chiloé

Producto de la mansaca ambiental generada por la marea roja, un grupo de científicos de Greenpeace se dejó caer por segunda vez en la isla grande de Chiloé.

La idea del equipo de sabiondos, encabezados por  el biólogo marino y oceanógrafo, Ernesto Molina, y el antropólogo social, Francisco Otero, es tomar muestras para confirmar o echar por tierra si las toneladas de salmones muertos arrojados a destajo al mar, perjudicaron las aguas de la isla, o sólo es producto del fenómeno de El Niño.

“Queremos cruzar la información, para tener una visión integral sobre las características de esta crisis”, soltó Estefanía González, geógrafa e integrante del equipo de la ONG ambientalista.

Hace un mes, un primer equipo de Greenpeace  anduvo por la isla y solicitó al Gobierno, que tuvieran más claridad con los pescadores frente a la crisis ambiental que los afecta.

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