Greta Thunberg quedó a la deriva

La crisis social que vive en Chile hace dos semanas ya tiene consecuencia en el mundo entero. Al menos así lo dejó de manifiesto ayer el Presidente Sebastián Piñera al anunciar la suspensión de la COP25, evento organizado por Naciones Unidas -que se desarrollaría en Santiago entre el 2 y 13 de diciembre- y que reuniría a los líderes del mundo para hablar de estrategias para combatir el temido cambio climático.

Piñera aseguró que la decisión ya fue comunicada a los líderes mundiales y que obedece a una estrategia para enfocarse en los problemas sociales que se viven en nuestro país.

"Dadas las difíciles circunstancias que ha vivido nuestro país, y considerando que nuestra primera preocupación y prioridad como gobierno es concentrarse absolutamente en restablecer plenamente el orden público, la seguridad ciudadana y la paz social", sostuvo el mandatario.

Uno de los rostros más reconocibles de la cumbre climática sería la activista sueca Greta Thunberg (16), quien anunció que se dejaría caer en la copia feliz del Edén en barco, para evitar la contaminación que generan los aviones, para decir presente en la conferencia. Se esperaba que Greta diera charlas masivas y visitara sectores afectados por la contaminación y el cambio climático.

Incluso fue el mismo Presidente Piñera quien invitó a la joven a nuestro país cuando coincidieron en la Asamblea General de la ONU en septiembre pasado en Nueva York. En esa ocasión, el mandatario chileno tuvo un frío encuentro con la joven, aunque aprovecho de enviar un mensaje claro: "Te espero en Chile y también a la comunidad científica, que va a ser muy bienvenida".

A través de su cuenta en Twitter, la joven lamentó la medida y mandó un mensaje de apoyo a los chilenos. "La COP25 no se llevará a cabo en Santiago. Mis pensamientos están con la gente de Chile. He estado avanzando por el continente de América del Norte hacia Santiago, pero como se trasladará la COP25, ahora esperaré hasta tener más información", comentó a través de redes sociales.

La suspensión de la cumbre medioambiental de inmediato se convirtió en noticia obligada en todo el mundo donde se calificó como "un balde de agua fría" la medida, considerando la imagen que se tiene de Chile.

"Quiero ratificar nuestro total compromiso con la COP, y con su voluntad de luchar y enfrentar el cambio climático y el calentamiento global. Chile en esta materia ha tenido un claro, firme y reconocido liderazgo", sentenció Piñera.

Fracaso

Desde la sociedad civil mostraron su preocupación por la cancelación de la cita, que dejaría graves pérdidas en materia de turismo (ver recuadro), ya que está en juego la imagen internacional del país y se pierde una oportunidad para hablar de la crisis medioambiental.

En Greenpeace calificaron como "fracaso" la cancelación del evento, que se desarrollaría en el Parque Bicentenario de Cerrillos, considerando los problemas climáticos que se viven en nuestro país, donde la sequía se ha transformado en uno de los temas anclas del ministerio de Agricultura y Obras Públicas.

"Hemos perdido una oportunidad única para la historia del país. Se trataba del evento que asumiría los compromisos y desafíos de la emergencia climática que enfrenta el mundo y de manera especial Chile, en una decisión que fue tomada a puertas cerradas y sin atender lo que las organizaciones civiles le traspasamos al gobierno", dijo Matías Asún, director nacional de la ONG.

"En el contexto actual era evidente que no se podía desarrollar este evento, podía convertirse en un bochorno, donde cada una de las delegaciones podían pasar un muy mal rato. Visto desde Europa o Estados Unidos la suspensión no sería inusual si se tratara de otro país de Latinoamérica, pero la visión que se tenía de Chile es que era un país distinto. Generó una sorpresa que vendrá seguida de una mirada aguda. La comunidad internacional se preguntará si esta crisis es puntual como la de Francia o hay algo permanente", comentó Tomás Flores, economista de la Universidad Bernardo 0'Higgins.