Una vez al año, el Viejo Pascuero se deja caer por los continentes para lanzar regalos desde el cielo, mientras unos renos vuelan a la velocidad de la luz.
Y como no tiene taaanto tiempo para cumplirle los deseos a todos los chicos de buen corazón, hace una trampita: les dice a los duendes que trabajan con él que lo ayuden a repartir los obsequios.
Hace unos años el hombre de la barba larga y el estómago generoso mandó a uno de sus enanos regalones a Chile.
Su proactividad, rapidez, inteligencia y criterio permitieron que fuera ascendido en su trabajo para que se fuera como enviado especial a un país que está top ten como destino mundial, según dice la "biblia" del National Geographic.
El primer año todo bien para el duende. Lo querían de todos lados. Pero ante tanta solicitud tuvo que ponerse aún más creativo.
Fue ahí que el ayudante ideó la web cartapascuera.cl, sitio donde el papá de un niño enviaba los datos del hijo para que le llegara a domicilio una carta del pascuero, personalizada.
Fueron tantas las solicitudes que le llegaron al joven tallador, que estrujó aún más su cerebro para dar otra solución: correo certificado, aunque, la mejor de todas, fue la de los envío VIP.
Bastaba pedir la última opción para que el esforzado emprendedor de la felicidad llegara a la casa del menor, ataviado de su mejor pinta: guantes, chaquetilla verde con chiporro, pantalón rojo, calcetas hasta la rodilla y zapatos negro con punta.
"Una vez me pegué un viaje desde San Bernardo a Lampa y después a Peñalolén. Qué importa el calor de verano", decía el enano, justo antes de que le pasara lo que le pasó... Le hicieron el famoso "Cuento del Tío".
Es que al pobre lo estafó una agencia digital, perdiendo todo el capital que invirtió en su pyme.
- ¿Qué le pasó?
-No quiero entrar en detalles, porque soy muy livianito para decir las cosas.
- O sea, le faltó calle, como se diría en buen chileno....
-Sí, puede ser, como dice usted.
Molesto por este cuento del Grinch, versión criolla, decidió presentar la renuncia al Viejo, vender la moto e ir al Registro Civil para ponerse un nombre como la gente y, de paso, sacar RUT.
Hoy se llama Rodrigo Aracena, quien aprovechando sus conocimientos en adornos se puso con la tienda virtual decovinilos.cl, donde ofrece diseños con láminas decorativas de azulejos en vinilo de PVC adhesivo. Ojalá no lo hagan leso...