Una de las pocas cosas más extravagantes que cachar a Luli con un diccionario en mano, es ver un gol olímpico.
Poco comunes y, en muchas ocasiones, resultado de una mezcolanza perfecta entre técnica, osadía, condiciones climáticas, descuido del golero y, por qué no decirlo, más que un cachito de rajuela, sólo un porcentaje menor de perniles pueden quebrarse con tener en su videoteca una de esas joyitas.
Por eso, no pasó colado el golazo desde el banderín del Federico Schwager que se mandó Víctor González el pasado domingo, envío perfecto que no sólo le dio a Lota su primer triunfo desde el 28 de noviembre del año pasado (derrotó por la mínima a Unión Temuco), sino que también se inscribió en la insigne lista de los capos que han marcado pepas de córner.
Aunque el eterno "Guagua" se fue en la "umirde" y largó que "fue un gol muy lindo, pero tengo que reconocer que se metió allí gracias al viento", la verdad es que el lauchero de la "Lamparita" se peina con los remates sin ángulo, pues en la brega contra los "Salas Boys" estuvo cerca de clavar un par de goles más de este estilo, pero tal vez prefiera guardar bajo llave el secreto de su pegada envenenada.
Es que chantarla desde esa ubicación es peludo, tanto que en la actual temporada de Primera B, sólo Marcos Pereira de Copiapó repitió la gracia del minero ante San Luis. En Primera, en tanto, el último pepón olímpico data del 2009, cuando en pleno 18 de septiembre el che Damián Díaz aprovechó la resaca de O'Higgins y anotó a tres dedos, en la goleada de la UC por 7-0.
Hablar de goles de córner siempre hace que a la cabeza se vengan nombres de capos como el gran Roberto Carlos, pero en Chilito no nos quedamos cortos, e hinchas de varios clubes tienen grabadas a fuego osadías como las de Luis Avelino Ceballos el 98, quien jugando por La Serena clavó a los albos, o el de Alejandro Figueroa a la UC por Copa Sudamericana el 2003, o el del inextinguible Jaime Riveros, que con la camiseta de Everton vacunó también a O'Higgins, el 2007.