Cuando el jefe te tira flores, uno como que anda más contento en la pega y hasta saca menos la vuelta pa' no desteñir.
Y eso bien lo sabe Felipe Mora, quien fue elevado en la semana al nivel de David Villa por Ángel Guillermo Hoyos.
Claro que no faltó el mala leche que se rió de la estrategia del técnico argentino, que antes había dicho que Gonzalito Jara era el "Piqué" de la "U", pero ayer todos tuvieron que agachar el moño.
Es que el "Guaje" azul no se achicó en el sintético de La Florida y en sólo cinco minutos resolvió el puzzle defensivo que presentó Audax en La Florida: armó un parque de diversiones con Leandro Benegas en el área del local y definió en la boca del arco.
Obvio que el nacido en la tienda itálica no celebró la apertura de la cuenta, pero eso no le impidió que minutos más tarde se pasara a cuanto verde se le paró por delante y si Iván Rozas no le roba ese balón y lo desperdicia, marca el mejor gol del torneo.
A lo crack
Pero como le dijimos: Mora no quiso que Hoyos se pusiera nervioso y apenas se inició el complemento, aprovechó una gran habilitación de Juan Leiva y le puso la lápida al encuentro.
El capitalino se convertía nuevamente en figura del Romántico Viajero y en la galería del Bicentenario los hinchas ya ni siquiera se acordaban de la "Gata" Fernández. O quizás, sí. Aunque ya no para mandarle saludos a su mamá por abandonar el barco, más bien para agradecer que su puesto haya sido ocupado por este muchacho de 23 años.
El mismo que debió tirar el penal que Osvaldo Bosso le cometió a Leiva, cuando lo amarró con sus brazos en un córner laico. Infracción que muchas veces los árbitros no cobran, pero que Carlos Ulloa no dudó en sancionar.
Lamentablemente para las pretensiones estudiantiles, Mora no tomó el esférico en el minuto 78. Lo hizo Matías Rodríguez y su disparo fue contenido de manera notable por Peric.
Pero el nuevo "Guaje" tendría revancha en los descuentos, cuando armó otro parque de diversiones con la defensa tana y logró meter su tercer gol de la tarde. Triplete que no lograba desde el 2011, en Calama.
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