Marco Rivera, dueño del campo Hijuela Santa Rita del Carmen, en Nancagua, fue victima de un ataque incendiario, el envenenamiento de sus perros y la amenaza con escopeta a uno de los trabajadores del predio.
"He recibido cuatro ataques en diez días. Envenenaron a mis perros, me quemaron una central de riego, después fueron a destruir las válvulas motorizadas y a un cuidador lo apuntaron con una escopeta". Con estas palabras Marco Rivera relata el martirio que está sufriendo en su plantación de viñas orgánicas, Hijuela Santa Rita del Carmen.
El hombre de 72 años se instaló en un terreno que heredó de su padre, ubicado a 6 kilómetros de la ciudad de Nancagua, en la Región de O'Higgins. Luego de arrendarlo por varios años, en el 2016 decidió tomar las tierras y trabajarlas para cumplir su sueño vinícola, sin pensar que ese sería el inicio de un peligroso acoso.
"El 24 de marzo de este año apareció un incendio en este predio de bosques a la orilla del Estero Chimbarongo. Vino la Conaf y Bomberos a apagar el fuego. Ellos resolvieron que el incendio había sido intencional. Dos días después se repitió la situación", comentó Rivera.
"Cinco meses después, el 23 de agosto, en la madrugada, aparece el incendio de la central de riego. Los delincuentes llegaron preparados. Envenenaron a los perros para que no pudieran ladrar, y con un napoleón cortaron las rejas para ingresar", agregó el hombre, asegurando que este fue un acto mal intencionado.
¿La razón? El lugar que fue atacado conserva todas las cosas de valor. Quedó totalmente destruido, afectando con esto el sistema de riego.
Marco lamentó los costos de la pérdida, el retraso de su producción, pero por sobre todo, la carga emocional que conlleva el miedo que tiene tanto él como su esposa y sus trabajadores.
"Yo realmente temo por mi vida. Mi familia tuvo que arrancar a Santiago. También se amenazó de muerte con una escopeta a un cuidador de corderos que trabaja en el mismo predio", agregó.
- ¿Tiene algún indicio de quienes son los responsables? Yo tengo mi sospecha de que estos delincuentes, que han hecho daño sin robar nada, han sido pagados por alguien más poderoso. Pero no sé quién.
- ¿Cree que le están haciendo la guerra? Yo no puedo hacer una especulación, pero todos coinciden de que aquí hubo dinero de por medio, para amedrentarme, destruirme y hacerme desaparecer.
- ¿Puede ser culpa de alguna empresa grande del sector? Puede ser. Alguien que tenga interés en que yo desaparezca y me vea obligado a vender, porque estoy quebrado. Pude ser una revancha también de alguien que se desvinculó de mi trabajo.
Resguardo
Ante este problema, Marco levantó una querella en el Ministerio Público contra quienes resulten responsables. Además, acudió a la intendencia regional para solicitar ayuda.
"Para asegurar el resguardo policial que se lleva a cabo a don Marco, tomamos esta inquietud y coordinamos con la prefectura de Colchagua, y el mismo día se dispuso de rondas periódicas para él", detalló Macarena Matas, Jefa de Seguridad de la Intendencia de O'Higgins, quien aseguró también que formarán parte de la querella contra los culpables.
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