El catalán Pere Estupinyá es químico y bioquímico. Abandonó su doctorado en genética para dedicarse a escribir y a la difusión del conocimiento científico. Hoy se encuentra en Chilito presentando su nuevo libro “S=EX2 La ciencia del sexo”.
Para su titánica tarea ha realizado un lote de investigaciones sobre sexualidad. Incluso, el mismo fue parte de un experimento en el que le conectaron un escáner al cebrebro, mientras él debía autoestimularse el muñeco viendo un capítulo de Los Simpsons.
El intelectual español ha logrado descifrar una cachá de información sobre el cacheteo. La Cuarta habló con el gurú del sexo para aclarar algunos mitos sobre la lucha cuerpo a cuerpo.
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¿El copete ayuda en el sexo?
Pere soltó al diario pop que aunque tomarse unos tragos sirve para desinhibirse y ser más jugado, a la hora de ir al ring de cuatro perillas le juega en contra. “Aunque el alcohol te hace sentir mentalmente más excitado, en la práctica los genitales no funcionan. Por eso muchos hombres cuando están muy borrachos les cuesta que se les levante y, en el caso de las mujeres, que logren un orgasmo”.
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¿Cuánto afecta el estrés?
Estar lleno de deudas o con atados personales hace que sin lugar a dudas las ganas disminuyan. Según explicó el gurú del sexo sucede que “el estrés hace que tu cerebro piense en otras cosas más urgentes. Esto hace que disminuya el deseo al estar pendiente de esos problemas. En este caso, la recomendación es practicar ejercicios de relajación para que se logre la estimulación que necesita el sistema nervioso parasimpático, que es el encargado de generar la excitación sexual”.
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¿El tamaño importa?
El autor de “S=EX2 La ciencia del sexo” reveló que “cuando se le pregunta a las mujeres qué les genera placer nunca hablan del tamaño. Para ellas es mucho más importante la habilidad del amante o que sepa cómo moverse y qué cosas sabe hacer en la cama”.
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¿Cuál es la mejor hora para el cacheteo?
La gran mayoría de los compatriotas prefiere la noche a la hora de gritar “Viva Chile”, pero según el caperuzo quizás está desperdiciando una oportunidad única: las mañaneras. “En la mañana hay más testosterona que hace que se logre una excitación mucho más rápida a los estímulos que tendrá al frente. Además, será más placentero porque el cuerpo está más descansado”, explicó Pere.
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¿Somos infieles por naturaleza?
Ser patas negras o andar haciendo la maldad con otra persona que no sea tu pareja es algo que, según Pere, no es tan papa de controlar. “No hay ninguna especie animal que sea fiel. El deseo de la infidelidad siempre va a estar, es algo natural. Lo que se puede hacer es tratar de controlar los impulsos, pero eso dependerá de cada persona”.
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¿Los cabros tienen más aguante?
Pere reveló que los cabros andan más ganosos por un simple hecho: la testosterona. “Los adolescentes tienen mucha y eso influye en el deseo sexual. A los 40 años esto comienza a disminuir y, por ende, los deseos sexuales tienden a ser menores”, confesó.
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¿Hacer deportes ayuda en el sexo?
Según sapeó Estupinyá es ultra útil para la vida sexual que las personas realicen alguna actividad física. “El ejercicio siempre va a ser bueno para el sexo. En el caso de los hombres así se genera más testosterona y eleva los deseos sexuales”, afirmó el gurú.
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¿Embarazadas tienen menos deseo?
El cacheteo en la pareja cuando la mujer está embarazada muchas veces disminuye. La razón la explicó Estupinyá: “Las hormonas regulan el deseo sexual. Cuando ocurre un embarazo se generan muchos cambios hormonales y efectivamente hay una disminución de la libido”.
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¿Los hombres son más calientes que las evas?
Aunque Pere confesó que “los hombres en promedio se masturban más”, las mujeres no se quedan atrás. Estupinyá señaló que si la mujer se siente cómoda con su pareja tenrá las mismas ganas que un hombre. “Cuando la mujer está con una pareja agradable tiene unos índices de deseos mucho más altos, incluso a veces superiores a los del hombre”.
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¿Quién tiene más fantasías sexuales?
Aunque son los hombres quiénes fantasean más, son las evas quiénes se la juegan con sueños muchos más jugados. “Los hombres generalmente usan las mismas actividades a la hora de fantasear. Pero las mujeres son más osadas. Por ejemplo, son más las mujeres que fantasean con otras personas de su mismo sexo que los hombres”.
