La joven y su pololo de este entonces, llevaron a cabo el brutal crimen contra su progenitora, quien la mantuvo como una niña enferma dándole tratamientos médicos que no necesitaba y lucrando con eso. Fue condenada a diez años de cárcel pero su condena se redujo.
La historia de Gypsy Rose es perturbadora, desde muy pequeña pasó la mayor parte de su vida postrada en una silla de ruedas con un tuvo de oxígeno pese a que podía caminar y estaba sana, esto, porque su mamá Clauddine “Dee Dee” Blanchard, le decía que tenía una enferma terminal.
La mujer no solo inventó enfermedades y pidió a los médicos que le dieran tratamiento, sino también recibió dinero que le daba la gente para ayudarla, y le suministraba a su hija altas dosis de numerosos medicamentos para que así se sintiera decaída, con mareos, náuseas y dolores de cabeza.
Con 23 años, Gypsy, que ya se había dado cuenta que no estaba enferma, conoció por Internet a Nicholas Godejohn, un joven de Wisconsin. Ella estaba ilusionada y organizó una salida para que conociera a su mamá. Pero su progenitora no quería que tuviera contacto con otras personas y le prohibió verlo. Fue ahí cuando la pareja planeó el crimen.
“La perra está muerta”
El 10 de junio de 2015, Gypsy Rose dejó sin seguro la puerta principal de la casa en la que vivía con su madre, ubicada en Springfield, Misuri, Estados Unidos. Nicholas Godejohn entró y se dirigió a la pieza en la que dormía “Dee Dee” con un cuchillo en sus manos.
Se abalanzó sobre ella y le dio un total de 17 puñaladas. Mientras tanto, Gypsy estaba escondida en el baño principal, tapándose los oídos para no escuchar la masacre. Una vez cometido el asesinato, la pareja tuvo relaciones sexuales y se fueron a un motel con más de tres millones de pesos.
La joven subió una llamativa publicación a su cuenta de Facebook: “La perra está muerta”. Sus vecinos se preocuparon con el posteo y llamaron a la policía. Cuando llegaron, hallaron el cuerpo ensangrentado de “Dee Dee”, durante la madrugada del 14 de junio de 2015.
Pese a que fue condenada saldrá en libertad condicional
El día del juicio, los peritos revelaron que su madre podría haber tenido el síndrome de Münchhausen por poder, un trastorno mental que se caracteriza —en este caso— porque el adulto responsable a cargo de un niño exagera e inventa diagnósticos relacionados con enfermedades.
Pero aquello no detuvo que fuese sentenciada a diez años de cárcel por asesinato en segundo grado, mientras que Godejohn asumió una cadena perpetua por los cargos de un homicidio en primer grado.
Hoy, Gypsy tiene 31 y su condena se redujo a 7 años, por lo que el próximo 28 de diciembre saldrá en libertad condicional. En entrevista con TMZ dijo que lo primero que quiere hacer es conocer a Taylor Swift.
Lee más en La Cuarta
- Carabinero en retiro mata a asaltante tras frustrar encerrona en Maipú