La inflá de pecho por andar en un toco nuevo, tirando pinta entre las chiquillas y haciendo rugir el motor nuevecito de paquete a otros conductores, le duró menos que una torta de jamón del Chavo a don Alberto Armas (73).
Betito, como le dicen sus amigos, se pegó un pique desde su casa en Las Condes, junto a su señora Ana Luisa, hasta la ciudad de Talca en la región del Maule, arriba de su Toyota Corolla para hacerle una gauchá a un amigo en el conservador de bienes raíces.
"Era el segundo viaje que me pegaba en mi auto, no marcaba ni 1.000 kilómetros en el tacómetro. Me bajé y fui a hacer el trámite. Cuando volví encontré el vidrio trasero (luneta) quebrado", explicó Armas a La Cuarta.
Todo se trató de un simulacro mal planificado. Ya que los chicos buenos de Talca instalaron una gran colchoneta inflable entre el edificio y el auto de don Beto, sin cachar que había un endeble poste de fierro muy pegado al artefacto de rescate.
EXPLICACIONES
Justo cuando un hombre saltó desde el segundo piso para salvarse del fuego imaginario, el efecto rebote de la colchoneta empujó el poste y este cayó directo sobre el vehículo nuevecito de paquete de Alberto.
"No lo podía creer, deberían haber avisado. Cuando me bajé a hacer el trámite no estaba la colchoneta, de lo contrario me estaciono en otro lado", contó Armas.
Bomberos
"Es una lamentable situación en la que se ve involucrado nuestra institución. No hubo una coordinación por parte de quienes estuvieron a cargo y cuando se lanza la persona. Los colchones trabajan con unos compresores que tiran aire para poder amortiguar la caída de las personas, este poste, que seguramente no estaba bien fijado", indicó Cristian Cofré, mandamás de los Bomberos de Talca.
Sin embargo, esta explicación no dejó contento a Alberto. Que si bien le ofrecieron disculpas, su auto sigue pa'l minino.
"Esperaba que el seguro funcionara, pero parece que no pasará nada. Me dieron disculpas, pero ni un peso. Ahora a hacer el trámite con abogados para que respondan los responsables de seguro. Tomará mucho tiempo. Tendré que desembolsar la plata de mi bolsillo. Que al ojo calculo los daños en un millón y medio de pesos", contó el dueño del bólido.
EJERCICIO CONTROLADO
"Bomberos no tiene ninguna responsabilidad. Nosotros les dijimos dónde instalar la cama, en la zona afectada, que es la que se usaría en caso de un incendio. Este es un ejercicio controlado, pudo haber un error de cálculo de parte de los autos que están estacionados", dijo Sergio Sepúlveda del comité paritario de la Tesorería Regional de Talca.
A don Beto ya se le hizo tarde. El trámite de su amigo ya está listo y debe retornar a Chago.
"Voy a tener que abrigarme harto no más ahora que vuelva a Santiago por la carretera. Ya que el vidrio no lo pude arreglar y se va a meter todo el frío", finalizó Armas mientras se alejaba en su auto nuevo, pero ahora golpeado.