Habló el militar: revelan testimonio del dueño de auto involucrado en crimen del suboficial Daniel Palma

La denuncia fue ingresada en 2019 por el Consejo de Defensa del Estado.

Boris Medina, perteneciente al Regimiento de Caballería Nº 3 Húsares de Angol, compartió nuevos antecedentes.

Tras la formalización de Luis Lugo Machado, Ovicmarlixon Garcés Briceño y David Fuentes Escalona, imputados por el crimen del suboficial Daniel Palma, el 7° Juzgado de Garantía de Santiago decretó la prisión preventiva para cada uno de ellos.

En la audiencia, la Fiscalía imputó a Ovicmarlixon el delito de homicidio de carabinero en servicio, pues sería el autor de los disparos que provocaron la muerte del uniformado, el pasado 5 de abril.

En tanto, David Fuentes y Luis Lugo fueron formalizados por diversos delitos, por su participación en los mismos hechos.

Durante la audiencia, el fiscal Centro Norte, Felipe Olivarí, entregó una serie de pruebas audiovisuales, documentales y testimoniales para inculpar a los tres detenidos y un cuarto implicado que se encuentra prófugo. Entre la evidencia destacó el testimonio del dueño del vehículo en el que se transportaban los ciudadanos venezolanos.

Auto azul

Cabe recordar que este vehículo era arrendado por Luis Lugo Machado, quien originalmente estaba autorizado —por el intermediario— para usarlo como herramienta de trabajo en la ciudad de Concepción.

Sin embargo, el vehículo es de propiedad de un militar activo, identificado como Boris Medina, perteneciente al Regimiento de Caballería Nº 3 Húsares de Angol. En la audiencia, por primera vez, se dio a conocer el testimonio de este hombre.

“Él señala que es un funcionario del Ejército y que ‘Carabineros, a las 22.20 horas del mismo día (del homicido), lo estaban buscando porque le tenían que tomar declaraciones’. Dice que él es dueño de tres vehículos”, uno de ellos el involucrado en el delito, confirmó el fiscal.

“Dice que le entregó a cargo ese vehículo ‘a un conocido que tengo en la ciudad de Concepción. Desconozco mayores antecedentes de él, lo conocí por medio de un grupo de WhatsApp, con el fin de que este lo trabajara como Uber, acordando un pago de manera semanal’”, añadió.

En su declaración, el funcionario del Ejército expuso que “en el mes de mayo de 2022 le entregué un segundo vehículo, lo manejaba un sujeto de nacionalidad venezolana, desconozco antecedentes. En enero de este año le entregué un tercer vehículo”.

“Este conocido me señala que el auto Chevrolet se lo iba a entregar a un sujeto de nacionalidad venezolana. Solo me dijo que este tipo trabajaba con un abogado en Concepción. Ese sujeto le pagaba a mi conocido y este tipo me pagaba a mí. Algo así como un subarriendo. Hasta el 12 de marzo me pagaron sin ningún tipo de complicación, luego del 20 de marzo me avisó que este venezolano quería pagar de manera mensual”, continuó.

Un auto en Santiago

Sin embargo, semanas más tarde, uno de sus vehículo aparecería en Santiago. Al estar mal estacionado, en medio de un sector donde se realizaría una feria, locatarios lograron dar con la identidad del dueño y lo contactaron a través de redes sociales.

“Luego de eso, un día sábado, vía Messenger de Facebook, me habló una mujer, señalándome que mi vehículo se encontraba botado en la calle Coquimbo con San Francisco, comuna de Santiago, y me envía fotos. Llamé a mi conocido, le pregunté por qué estaba en Santiago y me dice que el auto lo mantenía un venezolano de nombre Carlos, pero que no le contestaba el teléfono”, aseguró el militar.

Finalmente, Boris Medina reconoció que insistió “hasta que me contestó. Me dice que se había ido a Santiago a ver a un primo y que había dejado el auto estacionado en la cale. No sabía que había feria, por lo tanto lo iba a ir a sacar de inmediato e iba a responder por los daños”.

Este testimonio se ajusta a lo expuesto por el sujeto que actuaba como intermediario y que buscaba a las personas interesadas en trabajar estos vehículos en la capital penquista.

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