¡Harry, el rey de los lindorfos, volvió a atacar!

"¡Eh, eh, eh, colalé! ¡Tómese esa copa, esa copa de borbón; tómese esa...! ¡Mesa, mesa, mesa que más aplauda!

El rey del casorio no fue ni el fomeque de Willy ni la linda Cata. Ese honor se lo llevó el príncipe Harry, que a estas horas todavía debe estar cantando por el matri de su hermanito querido.

Conocido por ser la oveja negra de la familia real, el que se toma hasta el agua del water, el que dice "ahora sí, la última" o "no nos vamos ni cag...", Enriquecito, de 26 años bieeen carreteados, no hizo caso a los consejos de su abuela, la reina Isabel II: "Mire, mijito, si se me cura le corto la mesada", le habría dicho la monarca.

Harry comenzó el día bien portadito. Después de estirarse tras dormir en un saco, se encaramó en un carruaje lleno de péndex de sangre azul, pero ya al entrar a la abadía de Westminster se le salió el dicharachero que lleva por dentro: Agarró pa'l leseo al que se le cruzó, le tiró tallas al compuestito de Guillermo y, la mejor de todas, se hizo el lindo con la hermana de su cuñada, Pippa Middleton, que a todo está mejor que Catita.

Ya en el Palacio de Buckingham, fue el más buena onda cuando la realeza salió al balcón a saludar a sus súbditos, algo así como fanas medios nerd. Es que mientras todos agitaban las manitos sin mover el codo, Enrique miraba a Willy pa' que hiciera la ola. Una sola mirada de la octogenaria bastó pa' que se ordenara.

Después de la fomedad que le significó la recepción de canapés con altura de miras, el principito le echó el ojo a la champaña (no le gusta, pero es copete al fin y al cabo), pero se tuvo que contener... Pa' que la tarde no fuera tan cornetoide, le empezó a filosofar a Pippa.

No se crea tampoco que el galán es puro ser jote por la vida. Miley Cyrus, más conocida como Hannah Montana, le tiró los cortes vía Twitter: "¿Qué tan suertuda es Catalina? Es el sueño de todas las niñas, ser una princesa. ¿Harry?". Al cabro le dijeron y se empezó a mover el celu.

La noche era para él. A Enriquito le encargaron la fiesta en su DFL2 enchulado y qué le dijeron: Compró copete hasta en la comarca del Señor de los Anillos, contrató un DJ, puso la bola en el techo y seleccionó los temas pa'l bailoteo. Igual se frustró cuando le dijeron que fue desechada su idea de que Willy le sacara con los dientes el encaje a su iñora.

A la reina Isabel II no le gustó mucho lo del carrete, porque le iban a manchar el piso, pero como la juventud es la que manda ella optó por agarrar a su viejo e irse a dormir a la casita. Al niño le floreció la dentadura: Botó el papel que había escrito pa' tomar la palabra y aprovechó la ausencia de la monarca para contarle a los 300 invitados las tallitas de su hermano. Y es probable que haya metido la pata, porque hasta se le anduvo incendiando el cerro quemado a Guillermo.

Por ahora no sabemos si le resultó o no su técnica de engrupimiento con Pippa, pero a fin de cuentas todos saben que Harry es el rey.

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