Hasbún libró del cuento del tío gracias a su nana

Hay heroínas que nacen de situaciones apremiantes. Desde La Mujer Maravilla, pasando por Gatúbela o la aventurera Lara Croft, el destino de éstas siempre es el mismo: hacer el bien y luchar contra los malandras.

Alicia, la nana del diputado Gustavo Hasbún (UDI), no es la excepción, y al igual que el Doctor X fue capaz de leer la mente de los malacatosos y no caer en un secuestro chantete.

El atado ocurrió cerca de las 16 horas del martes, cuando la asesora del hogar contestó un llamado teléfónico en la casa del diputado, en Chicureo.

Un tipejo le aseguró a la nanita que tenía al parlamentario secuestrado, y le entregó detalles de la vivienda y rutinas de los moradores.

Le dijo que si quería ver al parlamentario debía llevarle a un peladero cercano a la vivienda a los dos hijos de éste, de 3 y 8 años, más cosas de valor: joyas y equipos varios cargados al brillo.

Al llegar al lugar pactado se debía contactar con una mujer de mediana edad, pero el hijo de 8 años del diputado, al ver los tatuajes de la mujer, desconfió y olió que la cosa no estaba bien.

No se veía por ningún lado al diputado, así que tomaron sus cositas y se viraron.

Luego el diputado supo por su esposa la situación y llamó a Carabineros de Colina. "Era una desesperación tremenda. Esperando y esperando que los niños se encontraran a salvo". Al parlamentario le preocupó que el pato malo que llamó manejara tantos detalles de su hogar.

"Presentaré una querella en la Fiscalía", nos dijo enérgicamente.

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