Pareja de su hija se levantó para consolarla luego de un desgarrador testimonio que complica a Nicolás Zepeda. La sacaron del tribunal.
En una jornada del juicio de Nicolás Zepeda, la abogada Sylvie Galley, representante de la familia de Narumi Kurosaki, habló extensamente sobre la infancia y la rápida emancipación de la joven japonesa.
Según explicó la profesional, la estudiante tenía “tal deseo de superación que estaba dispuesta a separarse de su familia y comprometer su relación con Nicolás Zepeda” en Japón.
“Todo los separa socialmente, él es de origen adinerado, de cultura latina, celoso y posesivo, que tiene una alta opinión de sí mismo. Sin embargo, comienzan su historia. Esta es la primera relación de Narumi, su primer novio, lo que demuestra lo involucrada que va a estar. Pero una cosa los separa: esta partida hacia Francia”, rememoró.
Acto seguido, Galley recordó las sucesivas rupturas, como muchas oportunidades para que Zepeda “marque su superioridad y sancione a Narumi”.
La partida a Francia lo cambió (y empeoró) todo. “Él ejerce una presión insoportable sobre ella . Ella vive sus sueños y él se comporta así para hacerla sentir ilegítima en sus elecciones, para hacerla sentir culpable. Tenemos el control total del otro, incluso en la negación del otro”, sostuvo la abogada.
Asimismo, planteó que Zepeda “no confiaba en Narumi, cuyos movimientos controlaba remotamente, pero obviamente tampoco confía en él. Como resultado, Narumi dedica su tiempo a tranquilizarlo y pedirle perdón”.
Una vez que el chileno le hace llegar el video del ultimátum, la situación terminó por escalar: “Ella piensa en alertar a la policía, se desahoga con su amigo Arthur Del Piccolo (que terminaría siendo su pareja en Francia)… La ruptura con Zepeda es inevitable. Una ruptura salvadora en el momento. Pero eso le costará la vida”.
Se quebró la madre
Fue en este contexto que Taeko Kurosaki, madre de Narumi, terminó por colapsar. Entre lágrimas, la mujer fue consolada por Arthur Del Piccolo, quien incluso se levantó de su puesto para abrazarla.
Y si bien su abogada intentó continuar con el relato, el presidente del tribunal intervino. ”Tendremos que interrumpir la audiencia porque perturba incluso la escucha”, anunció François Arnaud.
Finalmente, la mujer fue sacada de la habitación por sus dos hijas, seguida de cerca por Sylvie Galley.
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