Lejos de la polémica entre ateos, laicos, religiosos y cuáticos, la alcaldesa de Recoleta, Sol Letelier, entregó en el Consejo de Monumentos Nacionales el proyecto para edificar la "Plaza Juan Pablo II", que tendrá como guinda de la torta un Papa de casi 14 metros de alto.
"La estatua la quieren de Colina, Viña del Mar, Puerto Montt, Los Andes, Puyehue y Ñuñoa, pero se quedará en nuestra comuna", aseguró la edil.
Varias vecinas explicaron que no dejarán que se lleven al Papa Gigante de la comuna. "Si deciden sacarla, tendrán grandes problemas. La haremos a la buena o a la mala", advirtió María Ruiz.
Óscar Acuña, subsecre del Consejo, explicó que la plaza será evaluada. Si no se acepta, podría terminar en otra comuna.