El parlamentario llegó a pesar 120 kilos, pero tras un año de dieta y ejercicio incluso le hallaron un aire al astro mexicano.
No se trató en ningún caso de un proceso sencillo. Pero él lo consideraba necesario: a esas alturas se sentía cansado, los desplazamientos que conlleva su labor lo dejaban muchas veces ahogado, había ternos que ya no le entraban como en antaño. Así, podríamos enumerar otras cosas. Y claro, había detrás una evidente explicación: el diputado de Renovación Nacional Diego Schalper llegó a marcar 120 kilos en la pesa. La propia actividad política lo acostumbró a comer a deshoras y mal. Tarde o temprano había que decir stop, y él recuerda exactamente cuándo llegó ese momento:
“Tuve que subir una escalera del congreso, relativamente larga, y llegué arriba absolutamente agotado. Ahí dije que esta cuestión no podía ser”, le confesó a Las Últimas Noticias.
Desde entonces, el diputado se propuso cambiar definitivamente sus hábitos, de modo que retomó una pauta que le había recomendado una nutricionista un tiempo atrás. Le tomó cerca de un año, pero los resultados están hoy a la vista: pesa 30 kilos menos, se siente mucho más ligero, la ropa que hasta hace poco ocupaba ahora le queda grande y, según reveló, inclusive le ha llegado uno que otro piropo inesperado.
¿En qué consistió el método? En sus palabras: “Decidí hacer una especie de ayuno intermitente acompañado de una dieta muy marcada en proteínas. Eliminé prácticamente todos los carbohidratos y dejé de comer las porciones que comía”. Es decir, el parlamentario se vio en la obligación de prescindir del pancito amasado, las carnes más grasosas, los asados, los postres alemanes que le ofrecía su familia materna. Hasta tuvo que disminuir el tamaño de los schops.
Él, que en la entrevista con el matutino se definió como cervecero y parrillero, sufrió sobre todo en un inicio. Más cuando le tuvo que sumar deporte a la ecuación: “Trotaba dos kilómetros y estaba que me moría”. Pero los resultados valieron la pena. Basta con decir que hasta le hallaron un aire al Sol de México:
“Me han encontrado un parecido con Luis Miguel, que no sé si es verdad”, sostuvo entre risas el diputado. Fue una señora que los suele ayudar con la comida en el Congreso: “Dijo que estaba igual a Luis Miguel”, insistió.
Sin operaciones
Algo que también ha tenido que explicar en más de una ocasión el diputado Schalper es que su cambio verdaderamente le costó. Que hubo detrás una dieta y ejercicios. Porque varias veces le preguntaron si se había operado.
De todos modos, en conversación el diario pop, él sostiene que no tiene problemas con eso pero que sencillamente no era su camino:
“Respeto mucho a los que se operan, porque cada uno ve cómo lo hace. Pero personalmente, no me tinca porque le tengo mucho respeto al llamado efecto rebote. Además yo soy bien machaca, así que decidí que no tenía que usar ninguna cosa: ni bisturí, ni pastilla, ni inyecciones, solamente ser disciplinado y mucha fuerza de voluntad”.
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