Hasta los patos yecos vacilaron en la Cumbre Guachaca de Arica

Cargada a los huevos duros, los puchos sueltos y la cueca chora estuvo la Primera Cumbre Guachaca de Arica que entre viernes y sábado se armó en la playa Las Machas.

Los pencazos de terremoto y las pichangas de lengua esta vez dejaron virachos a más de 4 mil guachacas que repletaron el Club de Rodeo de Arica.

Y como al lado de una caña de pipeño tiene que haber un compipa, el guariopola Dióscoro Rojas viajó a la ciudad de las aceitunas a pegar en la pera junto con la Reina Guachaca 2011, Karen Doggenweiler.

"Fue impresionante el ánimo y las ganas de pasarlo bien de la gente de Arica. Nunca pensé que la Cumbre Guachaca iba a tener tanta llegada. Me alegro por los ariqueños y también los felicito porque viven en una ciudad maravillosa y muy linda. A mi padre le encantaba venir, especialmente por sus aceitunas", dijo la Karencita.

Entre anticuchos, empanás y jarras de pipeño, los guachacas de corazón aprovecharon el chispeo del copete para elegir a la Reina Guachaca de Arica.

Entre 10 candidatas buenas pa'l zapateo y el amasado con chicharrones, la barra eligió nada menos que a la madrastra de Américo.

Se trata de la pechocha Marcela Toledo, quien prometió pintarse la cuerada para celebrar el reinado que le entregaron los más de 5 mil ariqueños que votaron por ella.

"Me siento orgullosa de ser de Arica. Esta corona me la gané porque siempre he privilegiado a mi público nortino. Gracias a toda la gente que me quiere y que lucha para que la ciudad salga adelante", dijo la campeona de la cumbia romántica.

La Marce contó a La Cuarta que su campaña callejera con venta de discachos autografiados le sirvió caleta para ser elegida Reina Guachaca de Arica.

"El esfuerzo lo llevo dentro y como buena guachaca me gusta el pipeño, el chancho y la cueca", dijo la belleza.

Y la prueba más clara de que a Marcelita le gusta el zapateo fue que se mandó tres patas de cueca al hilo con Dióscoro Rojas.

- ¿Y el cuerpo pintado, ah?

- Ya mandé a comprar la pintura porque las promesas hay que cumplirlas.

El merecumbé fue amenizado por Los Viking 5, cuyas cumbias hicieron bailar a toda la barra que llegó a la playa Las Machas.

Además del bailongo, en los 2 días de carrete tampoco faltaron las marraquetas con prietas, los perniles y los sánguches de arrollado con pebre.

"Estoy muy contento por el cariño de los ariqueños. Hubo mucha amistad y harta cueca, pipeño y chancho", señaló Dióscoro Rojas.

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