Al parecer, muuuucho antes de que la comida peruana conquistara nuestros estómagos, los incas ya se habían aventurado por estas tierras. Incluso, ganándole el quién vive a Pedro de Valdivia.
Eso de que los españoles llegaron a fundar Santiago en medio de la nada, no sería tan cierto.“La pega ya estaba hecha”, suelta el jefe de Antropología del Museo Nacional de Historia Natural, Rubén Stehberg.
Según la investigación de este capo, en conjunto con el historiador Gonzalo Sotomayor, antes de que los petazetas pusieran su bandera, los incas ya habían llegado a establecerse “bajo la Plaza de Armas y sus alrededores inmediatos”.
Y no era cualquier asentamiento. Se trataba de un centro de desarrollo del imperio inca, gobernado por un cuzqueño de nombre “Quilicante”. El mismo que habría recibido y brindado apoyo a Diego de Almagro. Una situación que narra Jerónimo de Vivar en sus crónicas de 1558.
Además de esta cita, el antropólogo y el historiador de la UNAB, Gonzalo Sotomayor, decidieron unir sus fuentes y experticias para armar el histórico rompecabezas de la ciudad.
Así fue como se dieron a la tarea de refutar o comprobar, si acaso existió en Santiago presencia inca, previa a los españoles.
Y se dieron cuenta de que la pequeña ciudad inca en el Mapocho había sido pulenta. "Hablamos de tremendas obras para ese tiempo, canales de 30 kilómetros, además del camino del Inca", señala a La Cuarta el antropólogo.
La información recopilada permite concluir que el famoso Tawantinsuyo, que unía al territorio incaico, llegaba hasta la misma Plaza de Armas de Santiago.
Según los testimonios, el trazado del Inca venía desde Colina, cruzando los cerros de Huechuraba.
Actualmente, abarcaría a la comuna de Santiago, Recoleta, Independencia, Conchalí, Huechuraba, Quilicura, Lampa y Colina.
Otra fuente histórica, que da cuenta de la existencia de esta ruta en Chile, tiene que ver con archivos judiciales.
“Son juicios donde los españoles se ponían de acuerdo por dónde iba la línea divisora de las propiedades. Lo que se menciona en el archivo era este camino del Inca”, explica Gonzalo Sotomayor.
El historiador dio con este documento en el antiguo convento Santo Domingo, donde los frailes llegaron a instalarse con Pedro de Valdivia.
La investigación científica se encuentra disponible en el último boletín del MNHN. Se puede ver en la página web http://issuu.com/mnhn_cl.
LOS ESPAÑOLES SE HABRÍAN QUEDADO CALLEUQUE EL LORO
“Parece que los españoles que llegaron lo tenían mucho más claro que nosotros”, dice el historiador Gonzalo Sotomayor, respecto al supuesto establecimiento inca en el Mapocho.
Según ha investigado el académico de la UNAB. a los petazetas no les habría convenido contarle a la Corona Española que Santiago ya tenía una civilización. Además, agrega, los cronistas de la época sufrían cierta censura.
“Cuando llegó Pedro de Valdivia (siglo XVI), ya se discutía qué hacer con América, si acaso realmente era legítimo o si era una usurpación ocupar el territorio”, agrega el investigador.
Crónicas peruanas hablarían de que la influencia inca incluso habría llegado hasta la VII Región.