Hasta Rocky se ve mamasán al lado de Gary Medel

No nos han mandado a la lona, pero a ratos pareciera que la tienen en las cuerdas. No hay duda que los chaqueteros se pusieron los guantes y en el último tiempo han aforrado duro a la Roja, que producto de los resultados ahí nomás pareciera darles la razón a los malagradecidos.

Pero Philadelphia es la tierra de Rocky. Del de la película sí poh, no el de la “U”. Y con la famosa escalera que conduce al Museo del Arte de la ciudad, no había mejor manera de motivarse para noquear a Panamá mañana y, de paso, meterle un combo en el hoci a todos los que se bajaron del carro de la victoria y que hace un año celebraban la Copa América. Vacas, nomás.

Gracias a la tarde libreta, uno a uno los cracks fueron llegando a subir los 72 peldaños que dan a la cima donde Silvester Stallone levantaba los puñetes al cielo. El primero fue Alexis. Piolita junto al “Huaso” Isla, Sánchez fue el único que fue sin el buzo oficial, pero le sirvió de poco, porque la multitud lo cachó al toque.

“El profe nos dio la tarde libre y quise venir a ver a Rocky. He visto la película y me motiva”, dijo al pasar a la cámara de DirecTV. Y arrancó como pudo en medio de, incluso, corridas de mano.

Cuando el caregallo picaba más vinieron los de la “U”. Pero cuando el Johnny, Charles, Puch y Vargas cacharon a la prensa, arrancaron. En cambio los católicos tuvieron bienvenida de Martín Vargas, sobre todo el gran Gary que llegó con el Nico Castillo y el Gato Silva.

Después que dio todas las selfies que le pidieron, el “Pitbull” al fin se puso bajo la famosa estatua de bronce que el propio Silvester Stallone mandó a hacer después que la rompió con la película, y que los encargados volaron de donde estaba antes porque se chorearon de que la gente fuera más por ella que por el museo. Fue tanta la locura por el Gary de la gallá, que tuvo que hacer parar un taxi y apretó cueva.

Al final de la tarde, se dejaron caer Bravo, Carepato, Jarita y Vidal. Con una pinta de actor de Hollywood, de zapatillas y lentes azules radiantes, el “Rey” también tuvo su round aparte y dijo que como vio cada puñete de Rocky varias veces “me sirvió para motivarme”. Ojalá, poh, para que los chaqueteros caigan a la lona y de ahí no se paren más.

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