Se aprenden un guión, les cambian los turnos a última hora, no saben cuántas lucas sacarán a fin de mes y corren serios peligros de salud. Esto desnudó el estudio "Atendiendo a los clientes de los clientes", que cuenta la pulenta sobre la industria de los call center.
El documento, que fue lanzado por el departamento de estudios de la Dirección del Trabajo, entrega un análisis profundo de cómo operan los telefonistas, que según cuentan, no tienen ni tiempo para ir al WC.
"El gran problema en los call center es el de la jornada de trabajo, porque hay una multiplicidad de turnos y eso provoca que a veces no haya tiempo para que los trabajadores planifiquen su semana", destacó la jefa de la Dirección del Trabajo, María Cecilia Sánchez.
Además, el estudio revela que la pega es tan estresante por sus largas rutinas y gran cantidad de horas, que obliga muchas veces a pescar un lápiz para dibujarse nuevamente el tambembe.
"Si se insiste en la competencia por costos y el deterioro de los salarios, se vuelve vulnerable el crecimiento de la industria, en países que poseen niveles de precio y de vida más bajos", concluyeron las investigadoras.
El ente regulador del trabajo fiscalizó a 24 empresas desde enero del 2009 hasta abril de este año, cursando un total de 479 sanciones a las empresas que no cumplieron con estándares de higiene, seguridad y jornadas laborales.
Por esta razón, María Cecilia Sánchez llamó a los trabajadores de call center para que alcen la voz cuando sus empleadores les sacan el jugo al chancho.
"Los empleadores deben cumplir con la ley. Eso es intransable", remachó.