“Decidimos que una empresa hará medición en cuanto al impacto en términos económicos”, adelantó la jefa comunal de Viña del Mar.
La alcaldesa de Viña del Mar, Macareba Ripamonti, se refirió a la organización del Festival de Viña del Mar. Asimismo, habló sobre el futuro del certamen desde la mirada de su municipio.
Consultada sobre la parrilla de este año y si es de su gusto, la jefa comunal aclaró que “mi gusto personal tiene que quedar fuera de esto, no puede ser una parrilla para la alcaldesa. Otra cosa es pensar sobre la base en las cuales se escogen a estos artistas; si suponen un mejor o peor show de televisión o responden a un modelo de entrada”.
En diálogo con La Segunda, la edil indicó que “hay que repensar el modelo de negocio del Festival de Viña del Mar. En el fondo, cuando estamos hablando de un show de televisión es una cosa y cuando hablamos de un festival de la canción como era hace 30 años, es muy distinto. Hay que ver el modelo licitatorio, por sobre todas las cosas”.
En relación al aprendizaje que deja esta “situación adversa”, la alcaldesa explicó que “es bastante interesante y surge la oportunidad de reflexionar críticamente, pensando no sólo en su alcaldesa, sino en el honorable Concejo y también en las expectativas que tiene la ciudad viñamarina al respecto”.
“Además de producirlo y participar, decidimos que una empresa hará medición en cuanto al impacto en términos económicos”, adelantó.
“Vamos a ver si el Festival de Viña forma parte de una cadena de valor. Tendremos datos concretos de una empresa externa que va a poder medir el Festival y así nosotros vamos a poder tomar decisiones para que siga brillando”, agregó.
“No ponemos las reglas”
Finalmente, Ripamonti sostuvo que “el Festival es un certamen que se externaliza. Sin embargo, nosotros seguimos siendo las anfritrionas y quienes producimos. Hay una suerte de coproducción, de algún modo, con las reglas del juego anterior”.
“Estamos en medio de una licitación que tiene cuatro espectáculos; esta es la tercera versión de este contrato, entonces las reglas del juego no las ponemos nosotras”, concluyó.
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