Helicóptero panameño volaba con un motor fallado, confirmaron expertos

Fuentes de la Autoridad Aeronáutica Civil (ACC) de Panamá confirmaron ayer que el helicóptero SAN -100 en el que perdieron la vida el general Bernales y su comitiva tenía un motor que no funcionaba al momento del accidente.

"En virtud del peritaje del experto técnico de motores, se encontraron evidencias que demuestran que el motor N° 1 no estaba operando normalmente", detalló el organismo.

Los motores de la nave siniestrada serán enviados hoy a la empresa que los fabricó, Pratt and Whitney, ubicada en Estados Unidos.

De acordeón a la norma, el SAN-100 no tenía caja negra o registrador de vuelo.

La junta de investigación del caso está conformada por personal panameño, investigadores de la Dirección General de Aeronáutica Civil y de la Junta Nacional de Seguridad de Transporte (NTSB) de Norteamérica.

Sus expertos añadieron que el engranaje que brinda cambio de ángulo de paso al rotor principal de la nave "no muestra signos de mal funcionamiento".

FACILIDADES

Todas las facilidades para laburar han encontrado en Panamá los expertos nacionales Andrés Barros Villa y Óscar Rivas Copazo. Los caperuzos realizan pericias para tratar de cachar si un desperfecto mecánico causó el terrible accidente.

Ayer fue rochado nuevamente por el ojo agudo de los eruditos toda la zona del edificio comercial Banana Price, contra el que chocó el helicóptero.

El acceso a la "zona cero" fue cerrado a la gallada durante este fin de semana y protegida por los polis centroamericanos para evitar que el lugar sea intervenido.

Los caporales chilenos, junto inspeccionarán, además, toda la documentación de la máquina y sus tripulantes. Luego deberán entrevistarse con el único sobreviviente de los 12 pasajeros que contenía la aeronave, el copiloto panameño Hernaldo Contreras, quien permanece en el Hospital Nacional.

El Servicio Aéreo Nacional (SAN) de Panamá mantiene funcionando sólo dos helicópteros y cinco aviones de un total de 21 aparatos.

El vicepresidente del SAN, Rubén Arosemena, dijo que la flota del Servicio Aéreo no aguanta más mantenimiento y debe ser renovada.

Por otro lado, un grupo de caperuzos internacionales en accidentes aéreos, encabezados por el gringolio Paul Cox, de la Junta Nacional de Seguridad de Estados Unidos, arribó ayer a Panamá para investigar las causas del accidente aéreo.

Al piño se sumaron los norteamericanos Robert Drake y Efraín Esparza, además de David Dosker, de Bell Helicopter, y Marc Gratton, enviado por una fábrica de motores canadiense que laburarán analizando las partes de la nave

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