or primera vez en la larga historia de nuestro fútbol, se enfrentaban dos equipos con la misma sangre. Por un lado estaba el taita Carlos Heller, caporal de Iberia. Por el otro, su regalón Pedro, el mandamás del debutante Unión Santa María. ¿En juego? El honor de ganar el debut de la Tercerita 2011, donde tal como el año pasado estará en juego la Copa La Cuarta.
"Me di cuenta que este equipo es súper fuerte. Este año vamos a estar tranquilos, porque no tenemos la presión de estar arriba y tenemos buenos jugadores", aseguró el señorito Pedro. Mientras "fader" Carlos señaló que "esto es de la familia. La idea era que Santa María estuviera en Tercera A y nosotros en Primera B. Ellos cumplieron y nosotros no, por lo que debimos enfrentarnos", dijo en el muni de Los Ángeles.
En la tribuna oficial todo era de guante blanco, pero en la cancha no fue así. "Azulgranas" y "Luciérnagas" empataron 2-2, en un partido donde el "niño chico" tuvo todo para ganar y a nadie le soprendió que se pusiera 2-0 en ventaja.
Pero Iberia se acordó que es el "papi chulo" y en base a empuje, y el apoyo de un público 90% iberiano logró el empate. Respecto a los Heller, padre e hijo no se sacaron pica, e incluso evitaron apostar entre sí.
¿Pero algo hicieron, o no? Claro, tras el empate ambos detés (Óscar Wirth de Iberia, y Humberto López de Unión Santa María) tuvieron que ir al choque y ponerse a medias con una parrillada.