Hígado: el silencioso dolor que aqueja a nuestros perros

Conozca los síntomas a los que debe estar atento para salvar a su can de este mal.

Para los seres humanos, advertir que algo anda mal en el hígado no es tan complejo, pues se puede advertir porque la piel adquiere un tono amarillento. Sin embargo, esa alerta no es posible de advertir en perros, ya que su pelaje cubre su piel prácticamente por completo.

Lo riesgoso es que algunos signos visibles, como encías y borde de los ojos amarillentos, se manifiestan bastante tarde, cuando la enfermedad ya está avanzada y el hígado sufre un daño de un 70% u 80%.

Claro que antes de eso existen algunos síntomas que le pueden orientar y advertir que algo no anda bien con su can. Si presenta vómitos y diarrea persistente, un paulatino deterioro de su estado de consciencia, depresión o inapetencia, más valdrá tomar cartas en el asunto. ¿Por qué pudo ocurrir? Mala alimentación o incluso por automedicación, pues a veces los dueños suministran medicina humana a sus perros.

"El hígado cumple la función de metabolizar las grasas, proteínas, fármacos y desintoxicar el organismo para eliminar los desechos. Al fallar, puede desencadenar la muerte de la mascota, porque además de no asimilar vitaminas y minerales, se deteriora su sistema inmune, se acumulan las toxinas y el animal se intoxica, provocando fallas en su Sistema Nervioso Central", expone el médico veterinario de Drag Pharma, Diego Pincheira.

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