Catalina Vega (31) estuvo con toda su familia en el primer día del juicio contra el taxista acusado de secuestrarla, abusar de ella e intentar violarla. El comediante ayer declaró ante el estrado: "Cuando la vi quedé hecho pedazos".
"A las cinco de la mañana recibo una llamada. Dice que es un sargento de Huechuraba y que me calme. Pensé que era de esas llamadas (pitanzas) de la cárcel. De pronto escuché de fondo la voz de mi hija. 'Ayúdame papito, ayúdame. Me pegaron, estoy sin ropa'. Era mi negrita que me pedía ayuda".
Así comenzó la desgarradora declaración de Dino Gordillo frente a los tres magistrados en el segundo tribunal de juicio oral en lo penal de Santiago.
El artista se emociona, seca sus lágrimas con las manos y bebe un sorbo de agua antes de proseguir.
"Llegamos antes al SML, la vi bajar del vehículo policial. Cuando la vi quedé hecho pedazos, era mi negrita. Dábamos las gracias que estaba viva y que al menos la teníamos", declaró el comediante ayer en el primer día del juicio contra Ariel González Erices, el taxista acusado de secuestrar, abusar e intentar violar a su hija Catalina Vega (31) el 29 de noviembre de 2017.
Celular
Esa noche la joven subió al vehículo en el barrio Bellavista, y el imputado la llevó a un sitio eriazo para golpearla y atacarla sexualmente.
Cata sacó fuerzas de flaqueza y logró escapar. El taxista huyó con sus cosas, entre ellas su celular, que resultó ser fundamental para dar luego con el paradero del sujeto.
"Ha sido difícil y un largo proceso de más de dos años. Y en esos dos años me he reparado psicológicamente, he estado con harto apoyo sicológico y jurídico (...) he estado acompañada de mi familia. Es súper duro, y espero que se haga justicia, quiero volver a sentirme libre. Justicia y libertad para mí y para todas las mujeres de manera simbólica", señaló Cata Vega a la salida del Centro de Justicia.
JUSTICIA
Cata recordó la decisión de hacerlo público que tomó el mismo día del ataque. "Entré herida a mi casa y decidí contarlo y hacerlo público. Dije 'no quiero que me tapen la cara y quiero que todos vean lo que me hizo. Cómo un ser humano me pudo dejar así'. Que ellos se escondan, no yo voy a esconderme", dijo.
Dino Gordillo agregó que "no hallamos la hora de que esto termine, para que ella comience de nuevo. Ella vivía sola y después de esto se vino a vivir con nosotros. La Catita está constantemente en psiquiatra, o cuando preparara esto para la fiscalía, significa para nosotros tenerla tres o cuatro días llorando. Somos fuertes, en el caso de mi profesión yo llevo este dentro mío. Yo lloro, esto es doloroso, pero el humor ha sido mi terapia y me ha ayudado mucho. Como papá te dan ganas de romper ese vidrio y entrar y matarlo, soy bien honesto (...) esperamos el máximo castigo que se pueda dar".