Además, Boris González contó qué hizo el cantante con el dinero que cobró en el Festival de Viña.
Boris González, hijo de Zalo Reyes, se refirió a los éxitos que alcanzó su padre a lo largo de su carrera artística.
A pocas horas de confirmarse el deceso del artista oriundo de Conchalí, Boris recordó que “él cantaba en todos lados, pero a él le daba vergüenza. Siempre me contaba bien orgulloso que él cantaba adentro del baño, nada más”.
En diálogo con Mucho Gusto, González reveló que “siempre me decía que lo había hecho todo, realmente lo hizo todo y le fue muy bien. (...) Nunca lo pifiaron. Si él iba a un negocio en que había cinco personas, las cinco personas lo aplaudían de pie igual. Siempre le agraciaron todo lo que dijo”.
Además, destacó su cariño por la comuna. “Conocía el barrio de memoria y él enamorado de Conchalí decía ‘yo no podría ser de otro lado, incluso los vecinos no me pescan tanto’, porque lo sentían parte de él, era su vecino”, aseveró su hijo.
Del barrio a la tele
Desde su vivienda, Boris contó que “esta casa mi papá se la compró con la plata que cobró para el Festival de Viña, era la casa de sus sueños. Antes este barrio era el ‘pituco’ de Conchalí, la parte elegante y él decía ‘me gusta esa casa’ y coincidió que la dueña justo en ese tiempo la vendía. Tuvo suerte y este año cumplimos 40 años viviendo acá”.
Sin embargo, a juicio de su hijo, el verdadero patrimonio de Zalo Reyes es el cariño del público. “Ese era el enganche que tenía mi papá con la gente, porque él llevaba su vocabulario del barrio a la tele, en un momento en que la tele era solo glamour y era todo empaquetado. Ese es el gran patrimonio que tiene mi papá, el cariño de la gente”, concluyó.