"Sería impactante verlos (Johanna y Francisco) en la calle. No me imagino las dimensiones que podría tener para mí y menos para mi hermana", dijo
El máximo castigo que entrega la ley espera Alejandro Villegas, hijo del prifesor Nibaldo, del juicio en contra de los presuntos autores de su crimen, Johanna Hernández y Francisco Silva.
Así lo aseveró el joven al prestar testimonio en el proceso que se lleva a cabo en el Tribunal Oral en Lo Penal de Viña del Mar.
Es que, según afirmó, "sería impactante verlos (a Johanna y Francisco) en la calle. No me imagino las dimensiones que podría tener para mí y menos para mi hermana".
Durante su testimonio, el joven también relató que fue testigo de una agresión a su padre por parte de Johanna, quien le tiró una piedra al auto donde estaba Nibaldo.
La desaparición
Casi sin mirar a los imputados por el crimen, Alejandro Villegas comenzó con tranquilidad su relato de lo ocurrido a partir de la desaparición de su padre, el 10 de agosto de 2018. Contó que trabajaba en Valparaíso y que al día siguiente lo llamó su tío para saber si sabía dónde estaba Nibaldo.
"El día domingo empiezo con dudas porque mi papá no es una persona que se ausente, que deje a su hija botada. Era una persona comprometida con su familia. Me ausenté de mi trabajo e hice parte de la búsqueda", sostuvo.
Tras beber un vaso de agua, respondió algunas preguntas del fiscal y relató que durante las primeras 48 horas hicieron una exhaustiva búsqueda de su padre, contactando a compañeros de trabajo, amigos, cercanos, y nadie tenía pistas de su paradero.
Dijo que luego de ese plazo estaba muy preocupado porque Nibaldo "mantenía contacto conmigo todos los días. Una llamada en la mañana, whatsapp durante el día y una llamada en la noche. Y nunca dio indicios de querer hacer algo como desaparecer".
Intentando contener las lágrimas, Alejandro continuó con su relato: "Me junté con toda la familia en la casa de Nibaldo y comencé a ser parte de la búsqueda".
"Hicimos búsquedas en el sector del cementerio de Belloto y también nos dirigimos el martes al sector de Laguna Verde", añadió.
"Nos dividimos en pequeños grupos y abarcábamos grandes terrenos buscando... no sabíamos en realidad qué buscábamos, cualquier indicio", dijo sin poder ocntener las lágrimas.
Hallazgo del torso
Poco después se conoció el hallazgo del torso, y Alejandro fue contactado por su tío Edson, quien le preguntó si podía ir al Servicio Médico Legal. "A él lo llamaron para hacer el reconocimiento, y él pidió que me contactaran para descartar la prueba de ADN de inmediato".
Luego indicó que el lunes 20 se dirigió al colegio donde trabajaba su papá, y al regreso comenzaron a llegarle muchos mensajes a su celular.
"Fue mi primo Bernardo Villegas fue quien me confirmò que el torso encontrado era el de mi papá", sostuvo.
Detención de Johanna y Francisco
Respecto de los dos detenidos por el crimen del profesor Nibaldo, Alejandro manifestó que a Johanna Hernández la conocía, pero a Francisco no, aunque sabía de él.
El fiscal le pidió identificarla: "Está en esta sala, está sentada junto al gendarme, al lado de la puerta", dijo mirando por breves instantes a la presunta asesina de su padre.
Dijo que Johanna nunca participó en las búsquedas de Nibaldo. "Ella nunca se comunicó conmigo", manifestó.
Tras explicar que sus padres eran divorciados, Alejandro contó que "fin de semana por medio yo visitaba a mi papá". Después de los 18 a veces iba en días de la semana, pero las visitas siempre eran programadas, según aseveró.
"Esto en verdad se ha ido incrementando con el tiempo, porque el alcance que tiene esto (el crimen de su papá) es gigante. Cambian muchas cosas con la pérdida de un padre, quedé con una hermana menor de 8 años, de la que Edson tiene la custodia. Es súper duro el avanzar... el ambiente laboral ya no es el mismo, porque uno tiene esa pena, ese estrés que no permite hacer las cosas de antes. Tuve que renunciar porque no me estaba dando la cabeza. Mis estudios aún no los puedo retomar al 100 por ciento. Ha cambiado todo mucho y uno ve como las personas van flaqueando, se van desmoronando. Es súper difícil seguir fuerte, seguir adelante sin un padre", dijo con los ojos enrojecidos.
Relación con Johanna
Luego fue el turno de la abogada querellante, quien le preguntó por su relación con Johanna.
"Con ella la relación no era mala, para nada. Tampoco era una relación de amigos, pero era respetuosa porque ella era la pareja de mi papá, la esposa de mi papá. Era una relación de convivencia en buena onda. Obviamente con mi papá el vínculo era mucho más fuerte, porque a pesar del divorcio de mis padres la relación era súper sana", aseveró.
Y cuando le preguntaron sobre cómo se llevaban Johanna y Nivaldo cuando él estaba presente, dijo que "el último año fue un cambio drástico en la relación. Lo poco que compartía con ellos su relación era tranquila y siempre se comunicaban pero en los últimos tiempos, empecé a notar cierta frialdad. Luego no estaban juntos, pero seguían conviviendo. Él vivía en el segundo piso y Johanna en el primero".
Piedrazo
También narró lo ocurrido una vez, cuando, sin saber si Joahanna sabía o no que él estaba en la casa, cuando "vi desde el segundo piso cómo ella le gritaba a mi papá miles de improperios, y pescó una piedra, se la tiró al auto de mi papá. En eso llegó Francisco con el hijo mayor de Johanna y se la llevan".
"Yo me quedé con mi hermana en el segundo piso, y ella estaba desesperada y yo tratando de calmarla, aunque estaba con rabia porque sentía que mi papá no se merecía que lo trataran así en su casa".
Respecto de su relación con su hermana Valentina desde que se supo lo ocurrido, Alejandro dijo que "no sé si es que ella tiene un caparazón muy fuerte o se muestra muy fuerte, pero a ella la veo relativamente bien. Quizás tiene esa ventaja de ser más pequeña y olvidar más rápido las cosas, pero siempre que estoy a solas con ella le pregunto si tiene pena, y es cosa de terminar la pregunta y se pone a llorar".
Dijo que para su hermana todo esto ha significado un cambio demasiado fuerte, "con un cambio de colegio, cambio de casa, dejar de ver a un montón de personas. Pero a pesar de todo, los dos igual nos mantenemos bien".
Respecto de qué espera del juicio, dijo: "Espero que en mañana y los días siguiente mi hermana y yo podamos estar tranquilos en cualquier lado. Que no tengamos que estar con ese miedo. Sería impactante verlos a ellos (Johanna y Francisco) en la calle. No me imagino las dimensiones que podría tener para mí y menos para mi hermana".
"Por eso obviamente (espero) el máximo castigo", concluyó.