Ni el mejor sahumerio salvó de los conjuros del ministro del Interior, Rodrigo "Hinzpotter", a la minera San Esteban, dueña del yacimiento San José, donde permanecen los 33 titanes atrapados.
El caporal del Gobierno apuntó con su varita mágica contra los dueños de la mina y sentenció que es una "desfachatez" que la empresa sostenga que está en la pitilla y que en una eventual quiebra no podría cancelar los sueldos de los pirquineros sepultados.
"Realmente tener la desfachatez de incumplir un compromiso que habían asumido con el país entero, no solamente con esas 33 familias, argumentar que eventualmente puedan estar en la quiebra, cuestión que no voy a discutir en este momento. Pero el tema de los sueldos es una cuestión distinta, realmente me parece que fue una muy mala noticia para todos los chilenos", habló golpeado el ministro en entrevista con radio ADN.
Luego entró en tierra derecha: "La mala impresión me la he formado desde hace algunos días, no necesariamente por lo de ayer. Lo de ayer es casi una gota que rebasa el vaso. Sobre todo por la parte de los sueldos. Ellos se habían comprometido ha seguir pagándole los sueldos a los trabajadores que están abajo en la mina y no me preocupa tanto por el dinero, porque el Gobierno asumirá".
Remachó que el Gobierno, a través del Consejo de Defensa del Estado (CDE), emprenderá las acciones judiciales que correspondan para exigir a la minera la devolución de lo invertido en el rescate.
Por su parte, el secretario general del sindicato de titanes de la empresa San Esteban, Javier Castillo, contó que planean interponer una acción legal para que los dueños de la empresa respondan con plata a los 140 titanes del pique.
El fiscal regional de Atacama, Héctor Mella, dijo que los dueños de la minera declararán por voluntad propia durante esta semana: "Están citados, y en el transcurso de la semana van a prestar declaración".