Por ello es "conocida como una enfermedad silenciosa, porque puede traer graves consecuencias a la salud sin síntomas molestos", señala Sebastián Mayanz, médico de intervención del SAMU Metropolitano.
Para el doc, "hay que estar atentos a ciertos síntomas como dolor de cabeza, dificultad respiratoria, vértigos, dolor torácico, palpitaciones del corazón y hemorragias nasales. Pero junto con poner atención a los síntomas descritos, medir la presión arterial frecuentemente es fundamental".
El profesional agrega que "es muy importante saber cuáles son los índices normales de presión arterial que una persona debe tener y así saber cómo actuar.
Existe una presión sistólica o máxima, cuyo valor normal es 120 mmHg; la presión diastólica o mínima tiene un valor normal de 80 mmHg. Si esos niveles superan lo anterior, por ejemplo, 140/90, podemos decir que hay una presión alta".
CAUSAS Y PREVENCIÓN
- Tener hipertensión no es algo exclusivo de los adultos, ni menos de un sexo en particular.
- Hay varios factores que inciden en tener esta enfermedad, como por ejemplo los hereditarios: si ambos padres son hipertensos existe una alta probabilidad de ser hipertenso.
- Los estudios, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), muestran que los hombres tienen alta tendencia a padecer esta enfermedad. Pero eso no significa que las mujeres estén libres de ella. "Según estudios validados por la OMS, las mujeres cuando llegan a la menopausia tienen mayores posibilidades de tener hipertensión. Cuando están en edad fértil tienen más estrógenos y eso reduce el riesgo de tener enfermedades vasculares. Eso sí, las mujeres jóvenes que toman anticonceptivos tienen más riesgo de desarrollar una patología cardiaca", sostiene Mayanz.
- Pero aunque haya factores hereditarios y de género, llevar un estilo de vida poco saludable tiene una gran incidencia en tener hipertensión. El pucho, chupar alcohol en exceso, ser regalón de la olla, tener sobrepeso y vivir sedentariamente son factores de riesgo. En esa línea, el experto del SAMU Metropolitano es enfático en sostener que "una vida saludable reduce las probabilidades de tener presión alta y las consecuencias que esto trae: accidentes cerebro vasculares o un infarto al miocardio".
- Comer frutas y verduras, reducir la ingesta de sal, azúcar y grasas es parte de tener una alimentación balanceada. Y hay que empezar desde niños. Peques sanos es sinónimo de adultos sanos. Y alimentarse bien es clave para reducir las probabilidades de tener hipertensión.
CHEQUEAR LA PRESIÓN ARTERIAL
- Siempre debiéramos estar chequeando nuestra presión arterial. Sobre todo si llevamos un estilo de vida poco saludable.
- Existen alternativas que ayudan a ello sin necesidad de ir a un especialista. Aunque ante la duda de no saber medir o leer los resultados, siempre es recomendable acudir a un centro de salud.
- Los aparatos electrónicos de venta en el mercado son muy populares, por la comodidad que éstos presentan para el usuario. Pero hay que poner atención a cualquier movimiento del brazo mientras se ocupe, pues al ser muy sensible, un simple movimiento puede alterar los valores que arroje.
- Lo mejor es contar con un esfigmomanómetro, ya que está menos expuesto a arrojar datos incorrectos. Es más preciso en su medición pero hay que seguir ciertas "reglas" para obtener un buen resultado, como por ejemplo: estar sentado en una posición correcta, no hablar mientras uno se mide y no cruzar las piernas. Aunque es un proceso sencillo, que no dura más de tres minutos, es importante seguir las recomendaciones. Así no se altera el resultado.