Historia de amor de un micrero está para guión de Hollywood

A lo largo de la humanidad han existido historias de amor que son dignas de admiración. Y en Chile Mario Núñez se convirtió en el protagonista de una que dará la vuelta al planeta.

El ídolo de 71 años es chofer de micros en la Región de Coquimbo y se hizo conocido por llevar en los recorridos a su esposa, quien padece Alzheimer. ¿La razón? No tenía con quien dejarla.

Esta situación fue grabada por una pasajera, que publicó un video y una foto en Facebook. Y de inmediato se viralizó.

"La enfermedad se desarrolló hace cuatro años y medio. Uno no se da cuenta de forma inmediata. La operaron de una cadera y ahí empezó con los primeros síntomas; después la operaron de su segunda cadera y eso se puso crítico", señaló Mario Núñez.

El avance de la enfermedad en Fresia Farías, de 65 años, se dio muy rápido, por lo que se convirtió en una persona totalmente dependiente. Y esto gatilló en que el conductor la llevara a trabajar.

"Tomé la decisión por necesidad, porque ¿con quién la dejo? No tengo a nadie. Yo la quiero, no la voy a abandonar nunca", relató el superhéroe.

"Puntudo". Es precisamente ese amor, que nació hace 28 años, el que mantiene a Mario unido a Fresia. "Yo tenía cuarenta y tantos y manejaba un colectivo en Iquique. Un día me hizo parar el auto y me llamó la atención. Cuando uno es colectivero es más puntudo, entonces conversando, de repente, le dije 'tú vas a ser mía' y, a final de cuentas, aquí estamos con ella y lo pasamos muy bien", contó Mario, con una sonrisa en el rostro.

Pero desde que Fresia padece Alzheimer la relación ha cambiado drásticamente, aunque su príncipe intenta mantener cómoda a su esposa.

"Lo único que le gusta, como tenemos un vehículo, es que la saque a pasear; eso es lo que más le agrada y si a ella le gusta, yo la saco. A final de cuentas no es todos los días, serán unas dos veces a la semana que la saco a dar una vuelta por la ciudad. De repente, la hago bailar. La música tropical le gustaba mucho, entonces yo cuando puedo le digo bailemos y se empieza a mover", dijo don Mario.

Eso sí, el drama de la pérdida de la memoria le pega indirectamente a Mario, quien ha sufrido un cambio en su rutina diaria desde que su señora enfermó.

"Extraño conversar con ella. Mi vida marital murió, porque si hago algo es como una violación. Uno tiene que asumir que cambió la vida de una persona. Cambió ella y cambié yo. Yo ya no tengo vida social, ya no sé lo que es un cariño de ella hacia mí. Yo le hago cariño, pero ella no sé cómo lo recibirá, ya no puedo llevar una vida sexual con ella, no puedo salir a las compras porque ella se aburre", dijo el hombre de 71 años, quien también vio cómo su compañera sufrió un par de accidentes mientras la transportaba en su máquina.

"Una vez se cayó dentro de la micro, en una frenada se fue hacia delante, se pegó en su mentón, se lo rompió. Luego se cayó hacia afuera de la micro. Entonces todas esas acciones, esas cosas que me pasan a mí, me preocupan. Cualquier persona que no sabe la situación, puede creer que es violencia y pueden acusarme de abuso hacia ella. También se ha bajado, algunos colegas me han dicho en tal parte está tu señora y yo he tenido que ir a buscarla".

Cambio. Mario inició los trámites para internar a Fresia en Fundación Las Rosas, situación que se concretará hoy, según lo ratificado por el mismo centro de reposo a través de Twitter: "Fundación Las Rosas acogerá este miércoles a la señora Fresia (65), en Hogar de La Serena. Ella sufre avanzado Alzheimer y tiene que estar todo en una micro, pues su pareja no tiene con quién dejarla, mientras trabaja como chofer".

Un cambio radical en la vida de Mario, quien, tras 28 años de amor, deberá separarse de su esposa. "Sé que la voy a echar de menos, pero si ella está bien, yo voy a estar bien. Me tendré que ir acostumbrando, pero no pienso tenerla siempre internada; espero tenerla de lunes a viernes allá y el día sábado la voy a buscar para siempre voy a tener contacto con ella", cerró.