Así como hubo un instante en que toooda la gente supo quién era la María Elsa, hoy pasa lo mismo con Nicolás Guerra. De bajo perfil y con escasa participación en el primer equipo, el jugador de 18 años se transformó en el "cheque a fecha" más contundente de la "U": en apenas cinco partidos lució sus pergaminos y entró en el corazón de los hinchas.
De hecho, el fin de semana pasado "debutó" por el Transición en Antofagasta, dejando en el paladar un sabor como el de un costillar carnudito. Pero su destape se produjo principalmente en Copa Chile. Llevaba tres partidos en el cuerpo, pero ante los pumas -de nuevo- simplemente sacó chapa de crack con un golazo desde fuera del área.
Lo aplaudieron los hinchas, el profe Hoyos y sus compañeros, pero también sus papis y su abuelo, que lo miraban desde la tribuna.
"La familia está súper contenta. Siempre lo hemos aterrizado, el camino de un futbolista no es de pura gloria, es trabajo duro de muchos años y es una carrera corta", explicó a La Cuarta su madre Valeria.
"Le hemos dicho que tiene que disfrutar el minuto y al otro día seguir trabajando", agregó con orgullo la "tía", que también infla el pecho por otros dos hijos, de 24 y 14 años. ¿La niñita? "No la buscamos más, cerró la fábrica", indicó la maipucina de 43 años, cuya principal satisfacción es que "a Nicolás lo quieren y respetan".
- ¿Qué pensaron cuando les dijo que quería seguir la pelotita?
- Nosotros somos gente de trabajo, de esfuerzo, de estudios. Igual nos costó un poco aceptar que él quería ser futbolista. Lo que le puedes dejar a los hijos es la educación y Nico es muy inteligente, con buenas notas. Lo imaginábamos en la universidad, con un buen trabajo y poder vivir de eso toda la vida.
- El fútbol pudo más...
- Cuando llegó a la 'U' le dijimos que lo hiciera de forma responsable, no todos los niños llegan al éxito. Le dimos la oportunidad, lo apoyamos y gracias a Dios siempre se rodeó de buenas personas. Claro que igual había un plan B.
-¿Ah, sí?
-Es que a los 18 ó 20 años ya sabes si le irá bien. Si no, estaba la opción de estudiar, eres joven todavía.
- ¿Si no hubiese sido futbolista?
-Mis hijos son matemáticos. Quizás habría seguido alguna ingeniería.
-Ahora le van a llover las pololas...
-El Nico es bien centrado en ese aspecto. Sale muy poco, tiene amigos por chat. Está soltero, pero debe tener alguna amiga por ahí, jajajá.
-¿Hay algún plato que su hijo le pida y que sea para chuparse los dedos?
-Le gusta todo, no es mañoso, pero te diría que el charquicán, la cazuela o el puré. Tratamos de cuidar la alimentación, que tome harto líquido para hidratarse bien y evitar las lesiones, nos hicimos asesorar.
Musrri lo bautizó como "Chupete"
El Nico Guerra pasó de la camiseta naranja a la bullanguera en un abrir y cerrar de ojos.
Como también tenía apariciones en la Rojita, sus condiciones peloteras no demoraron nada en llamar la atención de los entrenadores del Bulla, quienes le abrieron las puertas.
Y uno que quedó loco con su talento fue Luis Musrri, quien el año pasado lo bautizó como "Chupete", por su parecido futbolístico con Suazo.
"No me molestan los apodos, me pueden decir de cualquier forma. Sólo quiero seguir trabajando", indicó el Nico.
Azules atinaron: preparan su contrato
Cada vez que aparece un diamante en bruto, las grúas trabajan rapidito. Por eso en la "U" no quieren cometer errores con Nicolás Guerra, jugador que se inició en Cobreloa y que a los 14 años llegó al team chuncho.
¿El primer paso? Que firme contrato como profesional. "Más que retenerlo, estamos trabajando con la gente que lo representa. No ha firmado y hace un tiempo que estamos conversando, espero que siga por un buen tiempo ", contó el gerente, Ronald Fuentes.