La actual diputada reveló que se reunió con el joven que le sacó la famosa frase 4 meses después de renunciar a la Junji. Expertos señalan que fue el primer asesinato twittero.
Ni Carlos Caszely, Patricio Yáñez o la diputada Ximena Ossandón se imaginaron que un desacierto, cometido en apenas un instante de sus vidas, se transformaría en una tarjeta de presentación para el resto de la historia.
Las dos primeras patinadas fueron en el contexto del fútbol, donde nadie olvida los errores,. El de la "Nona" fue justo en la otra área implacable: la política.
La honorable reveló a La Cuarta que todo el cuento partió cuando le contestaba a través de Twitter a un joven que cuestionaba su labor a la cabeza de la Junji, exactamente el 29 de diciembre 2010. "Yo, nueva en las redes sociales y súper confiada, le respondí: '@mateogajardo y mi pega la he hecho bastante bien, ahora la pega es bastante reguleque, sniff (Su sueldo era de $3 millones)'".
Agregó que "a continuación le dije que en realidad quienes ganaban muy poco eran los funcionarios de la Junji, pero eso ya no importó, ya había cometido un grave error... uno muy caro".
Ese día fue trending topic y se vivió en Chile el primer asesinato twittero, según recuerda el experto en redes sociales, Nicolás Symmes.
Con el trascurso de las horas Ximena entendió que debía renunciar, cerró su cuenta de la red social y se fue a su casa. "Mis niños me estaban esperando ansiosos, me tenían M y M, leche condesada y algunos regalos... me lo lloré todo esa noche y las siguientes, nunca más volví a la oficina", rememora.
"¿Qué pasa hoy?" Se preguntó. "Nada de nada. Nadie renuncia por algo así, pero yo asumí el costo político porque era lo correcto", reveló.
Eso sí, dijo, "siento que fui juzgada con dureza, en una época donde a las mujeres no se les permitía ciertas cosas. Hace unos años, un señor dijo algo parecido y apenas lo notaron".
En marzo del 2011 reabrió su Twitter, piolta, eso sí, porque su familia no quería que se volviera a exponer, pero ella había decidido no esconderse más.
Un mes después vino un episodio que la motivó a darse una segunda oportunidad, "como lo merece toda mujer que se ha equivocado o ha sufrido un traspié", señaló.
A través de la red social que le provocó tanto dolor, la contactó Mateo, el joven que le sacó el famoso "reguleque" y que le recuerdan cada vez que pueden. "Nos juntamos en un Starbucks de Alonso de Córdova y allí me contó que era publicista. Me dijo también lo muchos que le pesaba lo que había ocurrido y que jamás pensó que provocaría lo que aconteció... estaba arrepentido", relató.
Manifestó que no creía que Mateo haya sido culpable de nada y que las redes sociales tampoco son malas. "Lo que no es bueno es la violencia y la agresividad escondida tras el anonimato de un teclado. Eso debe cambiar", sentenció.