La historia de la teniente que tuvo que vender maquillaje por una injusticia

En julio del año pasado, la diputada Camila Vallejo pidió la palabra en la Cámara Baja para denunciar el caso de la teniente Andrea Neira, quien entonces había sido expulsada de Carabineros, a pesar de que sólo cuatro meses antes había sido mamá por primera vez.

En su discurso, la parlamentaria reclamó porque las instituciones uniformadas no se rigen por el Código del Trabajo, que prohíbe el despido de mujeres en su período postnatal, cuestión que el actual Gobierno pretende modificar.

Refrigerador y la cuna

La uniformada estaba con licencia médica antes de su embarazo, porque en 2014 había sido operada de la cadera y aún no se recuperaba. La comisión médica analizó la situación, determinando que su salud no era compatible con su trabajo y, por eso, fue desvinculada.

Vallejo contó en el hemiciclo que la situación de Andrea era desoladora porque había quedado sin sueldo, sin seguro de salud y por el estrés no le salió leche para amamantar a su hijo.

Además, dijo que había tenido que vender su auto, su departamento y también le habían embargado sus cosas. Sólo le dejaron el refrigerador y la cuna.

Equidad de género

Para tener algo de ingresos, la teniente incluso vendió maquillaje en la vía pública, acompañada de su guagua, sin perder la esperanza de algún día ser reintegrada a Carabineros.

Afortunadamente, las palabras de la diputada no se las llevó el viento, porque en La Moneda, y con la presencia de la esposa del Presidente Piñera, Cecilia Morel, y del general director de Carabineros, Hermes Soto, la oficial recibió el decreto que ordenaba su reintegro a la institución.

Andrea estaba radiante porque después de tres años volvió a ponerse el uniforme. Manifestó que "nunca perdí la fe en los mandos que están en la institución a la cual admiro y quiero seguir sirviendo en ella. Quiero agradecer a mi general Soto que con su nuevo mando está dando un cambio, nos está escuchando a los funcionarios, está acogiendo nuestras peticiones y situaciones puntuales como la mía".

En tanto, la Primera Dama sostuvo que "con el decreto de reincorporación creemos que la equidad de género es el primer paso cuando hablamos de igualdad entre hombres y mujeres, tenemos los mismos derechos y no puede ser que se nos castigue por nuestra maternidad; por el contrario, todas las instituciones y la sociedad deben proteger la maternidad".

Hermes Soto, junto con entregarle a la teniente un lindo arreglo floral, dijo que "había que corregir un error injusto que afectaba a una familia completa, pero además afectaba a la institución y tenemos como obligación velar por la maternidad".

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