Fundación Acrux, con el apoyo en esta oportunidad de Impulso Inicial de Adrónico Luksic, se concretaron 1.359 prestaciones médicas en Galvarino y Gorbea.
El sol que recién se asoma no alcanza a entibiar a los cientos de esperanzados pacientes que están alerta al llamado que esperaron por meses, incluso años, para que un especialista los ayude con sus complicaciones de salud.
Con ese contexto se encontró la Fundación Acrux, que con el apoyo en esta pasada de la Fundación Impulso Inicial, de Andrónico Luksic, se instaló en la Región de la Araucanía para realizar un nuevo Operativo de Especialistas Médicos.
Y en su paso por Galvarino y Gorbea concretaron 1.359 prestaciones a pacientes en lista de espera durante el pasado fin de semana en distintas especialidades: otorrinolaringología, geriatría, oftalmología, kinesiología, pediatría, medicina interna, gastroenterología, neurología y ginecología infantojuvenil.
"No es un problema del gobierno de turno. Es un problema de Estado. La lógica es, junto al apoyo de la Armada, articular la red con el servicio de salud, municipalidades y empresa privada. Queremos visibilizar una realidad que a veces no vemos. Apoyar a los más necesitados", comentó Roberto Levín, de Fundación Acrux.
Por su parte, Andrónico Luksic también valoró la iniciativa. "Estoy muy agradecido del trabajo hecho por la Fundación Acrux y todo el equipo de médicos y técnicos voluntarios, que permitieron que 1.300 personas en lista de espera fueran atendidas en la Araucania. En la Fundación Impulso Inicial esperamos poder llegar a muchos más lugares en Chile para ir en ayuda de todos esos compatriotas que esperan por ser atendidos.", dijo el empresario.
Estas son las historias que marcaron el operativo
A pareja de abuelitos los visitaron a domicilio
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Foto: Javier Navarro.[/caption]
Rita y Rosendo, debido a su edad, ya tienen varios achaques de salud. Ella tiene una insuficiencia cardíaca y él una demencia avanzada. Sin embargo, sus complicaciones para movilizarse le impiden llegar hasta algún recinto asistencia. Por lo mismo, el Operativo de Salud realizó una visita domiciliaria para atenderlos.
"Más allá de los problemas crónicos de Rita, el tema del ánimo lo tenía muy, muy bajo. Se emocionaba con facilidad porque ya no podía hacer las mismas cosas de antes. Y me enfoqué en eso. Y a él le renové la receta de tamsulosina para su problema de la próstata. Creo que por ahí puede ir una mejora en la calidad de vida de ambos", comentó Paulina Lira, becada en geriatría de la Universidad de Santiago que los atendió.
Héctor se fue tranquilo con rápido tratamiento
Durante los últimos tres años, un poroto en su pecho tenía con los nervios de punta Héctor Otárola, quien a sus 74 años y con un cáncer de próstata a cuestas, no hallaba la hora de consultar a un especialista y saber a qué se debe esa molesta pelota que le pica, le molesta y se le inflama.
Sin embargo, la respuesta era más simple y menos compleja de lo que esperaba, pues finalmente era un queloide lo que tenía en la zona superior al abdomen.
Por lo mismo, la dermatóloga le aplicó nitrógeno en la zona afectada, y le dejó un tratamiento para que el poroto desaparezca completamente. "Para mí es excelente. Estoy agradecido. Me tratan bien y ahorro harta plata", comentó aliviado Don Héctor tras ser atendido.
Erick pelea con su bajo peso y sueña con ser como Aránguiz
De un día para otro, Erick comenzó a bajar de peso. A sus 7 años, apenas pesa 19 kilos 900 gramos. Jacqueline, su madre, acudió preocupada al Operativo de Salud, pues llevaba varios meses buscando un especialista que pudiera revisar a su hijo.
"Está muy delgadito para la edad que tiene. Y hasta ahora no lo había podido tratar. Este sistema que están implementando es muy bueno para la gente del pueblo y del campo. Más de un año uno tiene que esperar. Hay gente que se muere esperando, por eso es un alivio que lo hayan atendido ahora", reveló la madre del menor, quien a pesar de su peso, tiene harta energía y sueña algún con ser como su ídolo: Charles Aránguiz.
Al final, el pediatra le creó un plan nutricional ad hoc a su edad, cuestión que lo dejó fascinado a él y a su mamá.
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Foto: Javier Navarro[/caption]
Doña Rita esperó más de un año por una solución
A sus 91 años, Rita Merillán sufre con los problemas típicos de la edad: la audición y la vista. Por lo mismo, acudió junto a Flor, su hija, hasta el Hospital de Galvarino para ser atendida por el Operativo de Especialistas Médicos, pues hace más de un año que estaba esperando una hora.
En el recinto, rápidamente la enviaron a hacerse una audiometría, estudio que también se realizaba en el operativo. Sin embargo, los resultados no fueron los esperados, pues Doña Rita tiene un daño severo en sus oídos. "A lo mejor no hubiera llegado a esto si la hubieran atendido antes", comentó su hija Flor. Eso sí, se manifestó conforme porque su mamá al fin tuvo un diagnóstico claro. "Es bueno que vengan. Acá en el sur mucha gente pasa por esto y necesitamos mucha ayuda", pidió tras la consulta médica.
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Foto: Javier Navarro[/caption]
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