En medio de la tole tole que ha generado el caso del párroco Fernando Karadima dentro y fuera de la Iglesia Católica, la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile pidió perdón por los abusos cometidos por religiosos.
El mea culpa de los obispos, encabezados por el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, está dirigido a "los católicos y personas de buena voluntad" y vio la luz luego de una semana de reflexión de las autoridades eclesiásticas en el balneario de Punta de Tralca.
"La Iglesia encierra en su propio seno a pecadores, y siendo al mismo tiempo santa y siempre necesitada de purificación, avanza continuamente por la senda de la penitencia y de la renovación", comentó Ezzati citando al Concilio Vaticano II.
"Reconocemos que no siempre hemos reaccionado con prontitud y eficacia ante las denuncias", confesó el obispo auxiliar de Valpo, Santiago Silva, quien agregó que "expresamos nuestro profundo dolor por los casos pasados y recientes de abusos de menores y jóvenes, cometidos por miembros del clero y personas consagradas".
En el documento elaborado por los obispos, que mañana será leído en todos los templos y capillas católicas del país, las autoridades de la iglesia chilena ofrecieron "humildemente nuestra petición de perdón, el apoyo que podamos darles, además de nuestra oración. Extendemos nuestra petición de perdón a toda la comunidad eclesial por el mal ejemplo dado por algunos de sus ministros".
"Quienes abusan de niños y jóvenes no tienen lugar en el sacerdocio", enfatizaron los obispos citando al Papa Juan Pablo II, quienes además se comprometieron a perfeccionar la selección y formación de los candidatos al sacerdocio, y el acompañamiento a los sacerdotes, para no seguir tropezando con el mismo camote.
Además, anunciaron la creación de un organismo que "oriente y dirija nuestras políticas de prevención y ayude a las víctimas de abusos sexuales".
Pese a la fuerte señal de pedir perdón por los abusos, monseñor Ezzati volvió a prestarle ropa a los obispos formados por Fernando Karadima, quienes, según los denunciantes, fueron testigos de los abusos y murieron pollo.
"En otra declaración que yo hice en la televisión dije que, cuando hay acusaciones, el que acusa tiene que probar también sus acusaciones, y entonces yo quisiera pedirles a las personas que acusan a estos hermanos obispos que no solamente lancen acusaciones, sino también que las prueben", detalló Ezzati.
FERNANDO KARADIMA, EL FORMADOR DE SACERDOTES
El sacerdote Fernando Karadima Fariña es un conocido formador de importantes religiosos. En enero de 2011 lo declararon culpable de abusos sexuales contra menores y abuso de su potestad eclesiástica, en un proceso canónico.
El proceso civil que había sido inicialmente archivado fue re-abierto y lo está viendo la justicia antigua.
Además, se instruyó una causa por posible obstrucción a la justicia por supuestos pagos realizados por el círculo cercano del ex párroco y a algunos ex feligreses de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de El Bosque.
SOR PAULA, EX SUPERIORA QUE ESTÁ EN ALEMANIA
La ex superiora de la congresión de Las Usulinas en Chile, Isabel Margarita Lagos Droguett (66), sor Paula, fue acusada por supuestos abusos sexuales.
Por orden del Vaticano, la ex directora del colegio Las Ursulinas fue removida de su cargo por abusos de poder.
Hoy se encuentra supuestamente recluida en un convento en la ciudad de Berlín, en Alemania. Además se abrió una investigación penal luego que una mujer de 40 años aseguró que sufrió actos abusivos, maltratos y humillaciones por parte de la religiosa.
EL "CURA TATO" SE GANÓ DURO TEJAZO DE 12 AÑOS
El ex sacerdote José Andrés Aguirre, conocido como "Cura Tato", fue condenado en 2003 a 12 años de prisión por delitos reiterados de abusos deshonestos, nueve abusos sexuales y un estupro a menores de la comuna de Quilicura, entre 1998 y 2002.
Además, le cayó la teja como autor de delito de estupro reiterado de una de esas menores.
En el plano civil, fue condenado al pago de 50 millones de pesos como indemnización para las víctimas.
Claro que la defensa quedó con ganas de recalificar por el delito de violación.
