“Hubo un cambio drástico desde que asumió la jefatura de mi turno”, aseguró Patricia Henríquez, hoy imputada por la brutal agresión.
Una vez concretada la detención de Patricia Henríquez, imputada por el ataque contra su ex compañera Pola Álvarez, se dio a conocer la carta escrita por esta enfermera, tres días antes del ilícito cometido por su pareja.
El pasado 23 de junio, la acusada de planificar el ilícito le envió una misiva al gerente general de la Clínica Cordillera. En el texto denunciaba una serie de maltratos labores que, entre otras nombres, incluía el de su ex compañera Álvarez.
“El día 17 de junio de 2022, la enfermera Pola Álvarez le pasa las llaves de controlados a las enfermera XX, tercera enfermera recién egresada, para sacar una morfina. A mí nunca me llegaron esas llaves a mis manos, pero se me culpó diciendo que yo las tenía, confabuladas, las enfermeras Pola Álvarez y XX sin pruebas, se revisaron cámaras, yo dejé que me revisaran”, redactó.
Además, indicó que “la versión de ellas es que me pasaron las llaves, cosa que no es así”.
En otro punto de la carta revelada por Contigo en la mañana, Henríquez expuso que “hubo un cambio drástico desde que asumió la enfermera Pola Álvarez en la jefatura de mi turno, porque hizo correr un rumor de mí”.
“Esta enfermera, el día 18 de junio, en turno noche, le dijo al médico jefe de turno de esta noche que yo di de alta a una paciente, cosa que es mentira. Mostré el computador que estaba utilizando, en donde estaba solamente abierta mi sesión, y junto a mí estaba mi interna de enfermería realizando una planificación para los pacientes de esa noche”, se lee en la misiva.
Denunció a Pola
“Como yo no permití esa clase de injuria y/o calumnia, y que más encima el día anterior me habían hecho sentir pésimo por la pérdida de las llaves, quise solucionar este conflicto de la manera inmediata, pero el doctor XX me saca de mis funciones dentro de la Urgencia, junto con mi interna, y nos deja encerradas y me prohibió salir de la Urgencia”, continuó.
Luego, relató que “en la mañana, me pidió el doctor que me fuera antes de la entrega de turno para no conversar de esto con el resto de mis colegas. El doctor mantiene una relación bastante especial con la enfermera Pola Álvarez, ya que este vive cerca de la clínica y va a almorzar con ella a su domicilio. Todos saben esa verdad y obviamente la imparcialidad en su juicio”.