¡Hoguera penquista!

Tanquetas en las calles, grupos de militares resguardando la seguridad en las esquinas, hordas de civiles armados hasta los dientes, saqueos, incendios... ¡Parece la peor de las pesadillas! Pero no. Se trata del durísimo presente que tiene a Concepción en estado de caos.

Los golpes para la Región del Biobío no se detienen. A la desesperación por no poder rescatar a las personas que se encuentran bajo los escombros de la Torre Borde Río, se sumaron más complicaciones.

La violencia de los saqueos se ha incrementado, pues los ladrones, al ver que dentro de los supermercados no hay más productos, optan por prenderles fuego.

Masas de penquistas  convirtieron en cenizas una gran cantidad de tiendas. Feroces ataques afectaron al Alvi, de calle Los Carrera, y a la tienda "La Polar", que se derrumbó envuelta en llamas.

Cuatro personas que causaron el incendio resultaron con quemaduras de gravedad. Los sujetos fueron detenidos por Carabineros y trasladados de inmediato al Hospital Regional.

Los voluntarios confirmaron además que otras cinco personas están desaparecidas. Se presume que permanecen bajo los escombros.

¡Consultorios ni cuarteles de bomberos libran de los atracos indiscriminados en Concepción!

Pese al enorme desconcierto, la presencia de militares al menos tiende a garantizar mayor seguridad a la población.

Al menos en el papel, porque los uniformados han sido incapaces de frenar el vandalismo, por lo que se han producido enfrentamientos directos entre militares y civiles.

PERIFERIA

Peor es la situación en comunas aledañas a la capital provincial, donde impera la ley de la selva.

En San Pedro de la Paz el caos es incontrolable. Un desaforado ingresó a una sucursal del Banco de Chile, en calle Michimalonco, y, a vista y paciencia de un grupo de personas, asaltó el recinto, y para no dejar huellas, le prendió fuego.

Cuando trató de escabullirse con los millones, fue abordado por otros sujetos, que trataron de desvalijarle el botín.

Coronel y Lota no escapan del drama. En estas devastadas comunas la gente está alojada en los cerros y, a causa de las escasez de víveres, bajan al centro a saquear e incendiar locales comerciales.

En contacto telefónico con La Cuarta, Roberto Cruz graficó la complicadísima situación que se vive en la zona del carbón.

"Un tipo trató de escapar con una caja de carne desde una carnicería, pero un carabinero lo detuvo. Luego lo obligó a bajar la caja y el mismo uniformado se puso a repartir carne a toda la gente y le dijo al tonto que para qué quería tanta carne, si no tenía refrigerador", narró el hombre.

En Talcahuano y Hualpén los civiles se están armando, tanto para salir a saquear, como para intentar defender sus escasas pertenencias. El caos generalizado obligó a las autoridades a adelantar el toque de queda para las 20 y prolongarlo hasta 12 horas en Conce. Entre tanto, en Talca, Constitución y Cauquenes regirá entre la medianoche y las 6 horas.

"SI HAY QUE MATAR, QUE MATEN"

El alcalde de Hualpén, Marcelo Rivera, está desesperado. La violencia desatada en su zona lo obligó a suplicar, a través de una radio, ayuda para combatir a los vándalos que han saqueado la ciudad.

"Están saqueando casas, han saqueado el consultorio. Están sacando lo poco y nada que queda", contó, entre lágrimas, el angustiado edil. Rivera relató que turbas iracundas se llevan todo lo que pillan en su camino, incluido los medicamentos, mesas y computadores de la municipalidad.

Indicó que todos los supermercados y las farmacias han sufrido el rigor de los vándalos y que las fuerzas de seguridad fueron sobrepasadas.

"Lo que quiere esta gente es el caos. Los bomberos me dijeron que se van a ir porque tienen a sus familias solas. El demonio se ha apoderado de la mente de mucha gente", afirmó el alcalde Rivera.

El jefe comunal pidió ayuda a la Presidenta Bachelet y al ministro de Defensa, Francisco Vidal.

"La realidad que ellos dicen no es la que vivimos (...) la realidad es otra Presidenta", expresó.

Agregó que "los delincuentes se han tomado la ciudad. Ya no le tenemos miedo a los terremotos, le tenemos miedo a los delincuentes (...) No queremos alimentos, ni luz, ni agua, queremos seguridad. Si hay que matar, que maten".

¡ARMAN  BARRICADAS PARA COMBATIR A TONTOS!

En diversos sectores de Concepción, comerciantes y vecinos  se aburrieron de los saqueos y procedieron a cerrar sus calles con barricadas de madera, neumáticos y alambre de púas, con el fin de defender sus propiedades, bajo la consigna de "no nos vamos a rendir ante la delincuencia".

Comerciantes de calle Maipú fueron enfáticos en justificar su postura de autodefensa cívica. "Vamos a defender el fruto del trabajo de nuestros padres y abuelos, no se los vamos a entregar gratuitamente, si tenemos que dejar el pellejo en este lugar, estamos dispuestos a morir por ello.

Gran parte de nosotros somos hijos de inmigrantes, Chile es nuestra patria, y esa bandera es el símbolo que indica que no rendiremos el esfuerzo de tres generaciones de trabajadores ante el bandidaje", contó a La Cuarta María Fidela Castelló (61), una de las precursoras de esta defensa propia ante el caos que se toma Concepción.

MARINO ECUATORIANO: "LA TORRE ERA COMO UN BARCO A PIQUE"

No cualquiera puede contar que libró ileso de un terremoto grado 8,8 Richter y menos lejos de su patria. Álex Tapia Chichander (35), teniente de navío de la Armada del Ecuador, está consiente de que la sacó barata en el derrumbe de la Torre Borde Río de Concepción.

"Esa noche estábamos durmiendo junto a mi mujer, Rosa María Benites, y mis hijos Doménica (5) y Álex (2), en nuestro departamento, el 601, cuando de improviso el mundo se nos vino abajo. Sentí el terremoto, corrí hacia el dormitorio de mis hijos y junto a mi mujer los tiré bajo la cama.

En ese instante supe que el edificio estaba cayendo, que nos íbamos al fondo, como un barco a pique y que todo era negro y polvoriento a mi alrededor", relató uno de los afortunados que escapó con vida de una de las tragedias más grandes del Biobío.

Una cosa fue zafar de la muerte, pero otra muy distinta salvar ileso  en el trayecto que realizó con los suyos para poder contar esta impresionante vivencia.

"Durante el trayecto, escuchamos gritos, llantos, llamados de auxilio, que venían de alguna parte. No supimos qué fue de nuestros vecinos. Hoy (ayer) regresé al edificio a hablar con la policía, por si habían logrado rescatar mis documentos: Me quedé sin pasaporte, carné de identidad y mi documentación de funcionario de la Armada ecuatoriana", dijo.

Alex también tomó prestadas las páginas del diario pop para dar un mensaje de tranquilidad a su familia y a la del resto de ecuatorianos que estaban en Chile durante la fatídica madrugada del 27 de febrero.

"Aprovecho la oportunidad para decirle a mi pueblo que el grupo de destacados de nuestra marina que nos encontrábamos en Chile la noche de la tragedia, está bien", relajó a sus seres amados.

GÓMEZ CARREÑO FUSILÓ A VÁNDALOS DEL PUERTO 

Para el terremoto del 16 de agosto de 1906, en Valparaíso, el almirante Luis Gómez Carreño ordenó el fusilamiento público, en la Plaza de la Victoria, de los delincuentes que robaban en casas sin moradores o a los mismos fallecidos.

El oficial emplazó su oficina en una carpa y desde allí organizó las tareas para brindar los primeros servicios a la ciudad, que se encontraba destruida casi en su totalidad.

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