"¡Afírmense como puedan, que se me cortaron los frenos!", fue la aterradora frase que dejó con los pelos de punta a los 37 pasajeros de la micro de la Línea 5 que a las 7.35 horas de ayer bajaba soplada por el cerro La Cruz rumbo al centro de Arica.
El sobrecogedor aviso consiguió que los desesperados ocupantes se agarraran de lo primero que pillaron, mientras el conductor del vehículo intentaba inútilmente pisar los pedales y salvar la situación con el freno de mano.
Con la endemoniada velocidad que agarró el bus por calle Sotomayor, el habitual estruendo de las viejas latas de la máquina se hizo más ensordecedor que nunca.
Sólo un muro del colegio de niñas Santa Ana logró detener la desbocada carrera de la micro. La máquina arrasó una barrera metálica, parte del portón y quedó incrustada en el establecimiento.
El violento choque provocó una tragedia: La pequeña escolar Carla Camargo Bonifacio (8) y el trabajador Jorge Adrián Cordero Menéndez (56) murieron, mientras que el chofer Pedro Ramírez (53), y los tatitas Héctor Jorquera (83) y Hernando Aquiles (76) resultaron gravemente heridos y permanecen internados en la UCI del Hospital Juan Noé.
El resto de los ocupantes de la micro, en su mayoría estudiantes que se dirigían a los colegios North American College y Abraham Lincoln, quedaron con lesiones de diversa consideración.
"Gracias a Dios, a la hora del accidente habían muy pocas de mis alumnas dentro del colegio, y estaban en el patio", valoró la hermana Sebastiana, directora del plantel, consciente que el accidente pudo ser aún más desastroso de lo que fue.
"Esta micro chocó en el muro de nuestra casa, y nosotras en ese momento nos encontrábamos en la capilla rezando", agregó impactada la monjita.
"Cuando sentimos el ruido fuerte salimos inmediatamente a ver qué pasaba, y a ayudar a los niños que estaban dentro de la micro. Los colocamos en colchonetas mientras llegaban las ambulancias", explicó la religiosa.
La fallecida angelita viajaba junto a dos de sus hermanitos rumbo al colegio, donde cursaba 3º básico.
Se supo que hasta la semana pasada a la pitufita la iban a dejar todos los días en el auto del papá al colegio, pero como el vehículo fue robado sus padres optaron por trasladarla en la locomoción colectiva.
Don Jorge, conocido en Arica como "El Toto", se dirigía a su pega, donde pelaba el ajo en labores de aseo.
DEBÍA ESTAR FUERA DE CIRCULACIÓN
El seremi de Transportes de la Región de Arica y Parinacota, José Emilio Guzmán, informó que el microbús de la tragedia era de 1987 y que en diciembre de este año estas máquinas deberían estar fuera de circulación.
Además, la autoridad indicó que el vehículo tenía sus papeles al día, la revisión técnica vigente y el conductor portaba todos sus documentos en regla.
Vecinos del lugar del accidente pitearon por la inmediata modernización del transporte público de la zona, ya que estos verdaderos guáteres con ruedas son considerados un peligro.
