"Hay que tomar decisiones que pueden beneficiar a uno y no al de al lado, eso es tremendamente complejo para el paciente, para la familia y también para el personal de salud", afirmó el médico.
Un impactante relato se emitió este lunes en el matinal de Chilevisión "Contigo en La Mañana". En el programa se contactaron con el doctor Domingo Castillo, director médico del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, quien entregó un crudo testimonio sobre lo que ocurre en el recinto por la pandemia del COVID-19.
"Hay que tomar decisiones que pueden beneficiar a uno y no al de al lado, eso es tremendamente complejo para el paciente, para la familia y también para el personal de salud, porque eso significa que solo a uno se va a beneficiar con un tratamiento", afirmó el profesional.
En esa misma línea, agregó que "tenemos problemas de pacientes que pueden fallecer en soledad y, por lo tanto, hemos tenido que acudir a maneras que nunca habíamos utilizado para comunicarnos, como son las videollamadas con la familia, con las cuales pueden conversar con su ser querido y despedirse de él".
Presencia de sacerdote
Sobre los pacientes que están en riesgo de fallecer, el doctor Castillo afirmó que se ha solicitado la presencia de sacerdotes jesuitas para acompañar a los pacientes críticos y sus familiares.
"El trabajo hay que hacerlo completo, hasta el final, no solamente hasta que tengamos disponible un ventilador, sino que replantearse o cambiar los objetivos y acompañar a los pacientes en el proceso de fallecimiento, acudiendo a todo el apoyo espiritual", indicó.
"Atender bien no significa solo hacer un tratamiento biológico, sino que también arreglar un escenario de salida de la vida, el que habitualmente es un momento solemne, pero en estos momentos se ve muy complicado y hacemos lo que podemos con tal de que la persona que va a fallecer —o el familiar o amigo— pueda tener una despedida adecuada", finalizó.