Miguel González (40) nació con un solo riñón. Toda su vida la pasó en hospitales. "Me dializo hace 15 años. Me atendí en varios lugares de Santiago y siempre habían colas largas", cuenta.
En marzo, el profesor de historia asumió como presidente del consejo consultivo de usuarios del Hospital San José de Melipilla y pudo, por fin, cumplir su sueño de ayudar a otros.
"Junto a las personas del consejo nos hemos preocupado de lograr una buena atención a los pacientes, que sea lo más cercana posible para ellos y sus familiares", revela.
Una de las primeras medidas que tomó Miguel fue que "una o dos veces al mes el consejo fuera al hospital, a una salita, para que la comunidad, aparte de hacer el reclamo formal, pudiera ir con nosotros para que cuando nos reuniéramos con la directora se diera visibilidad al problema del paciente. Ojo que nosotros no somos resolutivos".
Su tremenda labor hizo que el hospital lograra obtener el segundo lugar nacional y primero metropolitano en Evaluación de Trato al Usuario, que se realiza todos los años por disposición del Ministerio de Salud.
Vladimir Pizarro, director del Servicio de Salud Metropolitano Occidente, señaló que este ránking de los establecimientos dependientes del Servicio de Salud Metropolitano Occidente lo que hace "es medir la satisfacción usuaria, tanto en hospitales como en atención primaria. En ella, incorpora temas como si los tratan bien, si encuentran respuestas a sus problemas de salud y que este limpio, entre otras cosas".
Un Bono
Pizarro afirma que salir en este listado no sólo genera satisfacción personal, sino también un premio económico.
"Este ránking determina un bono, que se llama bono de satisfacción usuaria, por lo tanto eso estimula y premia el esfuerzo que hacen los funcionarios por atender bien los usuarios".
Miguel, que pasó años en diversos establecimientos hospitalarios, reconoció que no sabía la existencia del consejo consultivo.
"No tenía idea, pero creo que es importante que se sepa, porque genera una cercanía con las personas que necesitan ayuda", asegura.
Agregó que "al consejo, por ley, pueden entrar personas o agrupaciones del área de salud. Por ejemplo, yo soy presidente de dializados de Melipilla, pero pueden ingresar si están en algún Comité de Salud o son voluntarios en el hospital".
Miguel, que espera entrar al programa de trasplante, sabe que su trabajo es poco conocido, pero estar tan bien evaluados le da fuerzas para continuar.
"A veces no tengo fuerzas para levantarme, pero las ganas de ayudar a la comunidad hacen que lo haga. Ojalá pueda seguir ayudando, mientras Dios me dé salud, quiero aportar con un granito de arena".
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