Durante la tarde de ayer, la talla que más se repitió fue esa de que si usted se pone "tiyible" nervioso con los temblores, probablemente sufre de "nervioSISMO". Gracias, no se molesten. Claro que el diagnóstico no aplica pa'l chileno que estaba en el baño y que "nada lo perturba" ni tampoco pa'l Guille Hoyos.
Resulta que luego del Banderazo en el Nacional, al que llegaron casi 5 mil azules, el profe habló con la prensa, experta en terremotos, pero esos con pipeño y helado de piña. "¿Sintió el movimiento?", fue la pregunta, por el temblorcito de las 12.30. "No tengo miedo, se mueve y nada más. Si tiene que suceder algo, estamos abiertos", indicó el Armonyl con patas.
Tras cartón, el remezón grado 6, de las 13.06 horas. "Hay que seguir", fue lo primero que tiró el profe, pero la cara de susto de la reportera pop, igualita a la que pone cuando ve la publicidad de Mark en calzoncillos, llevó al che a reflexionar. "Tranquilos, no estamos solos, está Dios acá. Vos, ¿tranquila? ¿Estás bien? Abrazala, pero no mucho", bromeó Hoyos.
CON EL PULENTO
Al toque los hinchas tildaron al profe de sabio, todopoderoso, pastor, y dijeron que luego del temblor pasó la ofrenda. Otros, en cambio, dijeron que el balanceo fue por el rugido del León. "Este temblor no nos mueve por la fe que tenemos", cerró el DT.
En cuanto al partido de hoy ante la UC, el Guille indicó que "no creo que el clásico sea definitivo para el torneo. Aún queda fechas. En su momento lo pensaba como el baloncesto. Los últimos minutos parecen eternos, pero al final se gana con un triple, una última jugada".
Hoyos, además, le restó importancia al team parchado que presentaría la UC, ya que "pueden cambiar algunos nombres a nivel individual, pero el fondo es el mismo, que es Mario Salas. A partir de él gira todo". Al final, el tema motivación: "Es una forma de vivir, no va dirigido a ganar sólo tres puntos".