Huaso Alamiro le pasa esmeril a su narizota en China: "Acá significa virilidad"

Las primeras veces que Alamiro Morales (60) lució su elegante traje de huaso por las polvorientas calles de Ji Xiam, los chinitos hacían fila para tocarle el poncho, admirar sus espuelas y preguntarle por lo corto de su chaqueta.

"Pensaban que era un traje típico del norte de China y que yo hablaba en uno de los tantos dialectos", señaló desde la milenaria República Popular este aperrado chileno nacido y criado en los campos del pueblito de Retiro, al lado de Linares.

El socio es ingeniero agrónomo de la Ponti Cato y lleva ocho años en el gigante asiático. Hace 5 que mantiene una granja experimental chino-chilena en esta localidad rural, que tiene 800 mil habitantes y se ubica a 90 kilómetros de Beijing.

El proyecto consiste en un campo chilensis de 22 hectáreas en territorio asiático, donde Alamiro tiene a cargo la producción de damascos, duraznos, ciruelas y cerezas para que los ojitos rasgados se chupen los dedos de placer al saborear nuestros chiches naturales.

El sohuita es uno de los 100 compatriotas que saca pecho en el país de moda. Vive hace cuatro años en un hotel, como representante de la Federación de Productores de Frutas de Chile, Fedefruta.

DE POTRILLO

Don Ala es un solterón de tomo y lomo, aunque reconoce que ha tenido grandes amores en su vida.

Su última relación fue con una japonesita, a la que recuerda "muy romántica", pero sin duda que el corazón se lo roba su hijita Catalina, de 13 años, que vive en Linares.

Recuerda que desde broca cochi se interesó por la cultura china. "Los encontraba inteligentes. Ellos inventaron la pólvora, las armas, el papel higiénico; siempre recordaba sus dichos", dijo.

- ¿Los chinos conocen Chile?

- Lo único que conocen es a Zamorano, a Salas y a un ex gobernante, je je je.

- ¿Qué les llama la atención de usted a ellos? ¿Es un bicho raro allato?

- Al principio me miraban las pestañas y los ojos redondos. También me encontraban narigón. Para ellos las narices grandes son sinónimo de virilidad. Como el pie grande en Chile. Pero ahora soy uno más.

- ¿Y anda a caballo, como El Señor de la Querencia?

- Los vecinos chinos del fundo de al lado me arriendan caballos o camellos.

- ¿Le costó mucho aprender chino mandarín?

- Es súper difícil, pero en diez años se aprende sin problemas.

- Tssss, pa qué más, poh. ¿Y tiene amigos en el Dragón de Oriente?

- Sí, tengo. Están lejos, porque China es muy grande. Son muy leales. Si te invitan a comer, quieren pagar ellos. Te tratan como de la familia. Cuando te vas, se ponen tristes y hasta lloran. Ellos son emocionales; te toman de la mano y te abrazan. Un chileno me bromeó una vez si acaso yo era maricón.

- ¿Y cómo celebra el "18" El Mandarín de la Querencia?

- Se hace una fonda en la embajada. Yo me bailo dos patitas y los chinos me avivan la cueca. ¡Benaiga!

Ronald Henríquez M.

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