Ambos viajaron por aire a Cachagua durante Semana Santa y generaron polémica.
Repudio generalizado provocó en la ciudadanía y las autoridades la salida de al menos tres helicópteros desde Santiago a Cachagua el pasado jueves 9 de abril, pese al llamado de no viajar a la costa por las restricciones del Coronavirus.
El hecho fue dado a conocer ese mismo día por el intendente metropolitano, Felipe Guevara, quien denunció el hecho en un punto de prensa.
Cuatro días transcurrieron de ese hecho y este lunes se dieron a conocer las identidades de al menos dos de ellos, quienes se defendieron de la condena pública.
Uno de ellos es José Manuel Urenda, de 67 años, presidente del Grupo de Empresas Navieras (GEN), quien se trasladó desde Vitacura hasta Cachagua, regresando el mismo día y violando la cuarentena decretada en dicha comuna del sector oriente.
A su vez, también se conoció el caso de Cristóbal Kaufmann, quien también se trasladó por aire hasta Zapallar. Situación que fue constatada por las jefatura de Defensa de Valparaíso, que denunció el hecho ante la Fiscalía.
Defensa
Según informó diario La Segunda, el abogado de Kaufmann, José Luis Riesco, señaló que su defendido viajó el pasado 10 de abril desde el aeródromo de Tobalaba hasta su vivienda en Cachagua.
El defensor comunicó que ese mismo día Kaufmann se autodenunció ante la Seremi de Salud de Valparaíso, argumentando que había viajado debido a que en su edificio existía una persona contagiada por Coronavirus.
Por su parte, Urenda se defendió en diálogo con La Tercera PM, diciendo que había volado el día 7 de abril, cuando aún no regía el cordón sanitario.
"Consultamos y nos dijeron que no había barrera sanitaria y no nos habrían dejado salir de lo contrario. Registramos el vuelo, el piloto tuvo que presentar la documentación del caso con salvoconductos y salimos plenamente autorizados", afirmó.
"Me duele que la autoridad a uno lo juzgue antes de tiempo. Vean el proceso. Revisen la documentación y después vean si cabe por algún lado que me puedan sancionar", se lamentó Urenda.