Director ejecutivo de Conaf, José Luis Rebolledo, reconoce que en términos de latitud, vegetación, clima y temperaturas hay semejanzas con el megainfierno oceánico. Sin embargo, señala que "hoy como nunca estamos mejor preparados". Desde septiembre, el fuego en el país de los canguros y koalas se ha llevado el equivalente a la superficie equivalente a cuatro regiones de nuestro país.
Desde que comenzó la temporada de incendios forestales en septiembre en Australia, van más de 8 millones de hectáreas quemadas. Las cifras son brutales: millones de animales quemados, humo que viaja por 12 mil kilómetros hasta alcanzar los cielos de Chile y más de 2 mil casas destruidas.
Pero con la sequía y las altas temperaturas que nos afectan en verano, ¿podría vivirse una situación así de catastrófica en Chile?
Para el agroclimatólogo de la Universidad de Talca, Patricio González, hay varias similitudes entre las zonas siniestradas en el país oceánico y nuestro territorio.
"La zona central de nuestro país tiene clima mediterráneo, cuyas estaciones son semejantes al norte de Australia. En cuanto a desarrollo forestal Chile tiene características similiares a las plantaciones de árboles entre Valparaíso y Maule: el secano costero. Por ejemplo, estamos reforestados con pino y eucaliptus, que es muy explosivo y eruptivo", dijo.
Para el director ejecutivo de Conaf, José Manuel Rebolledo, "tenemos condiciones muy similares. Australia y Chile se encuentran en la misma latitud, con una vegetación parecida. Además, compartimos un clima mediterráneo, con una topografía semejante. La diferencia está en que si bien ambos países enfrentan una sequía, nosotros registramos una mucho más severa, la más drástica en la historia de Chile. El 2019 llegamos a un 75% de déficit de precipitaciones, provocando un estrés hídrico profundo en la vegetación".
La autoridad agregó que, por esta razón, se ha acumulado muchísimo combustible fino muerto, "que con cualquier chispa, por muy pequeña que sea, enciende rápidamente un fuego".
Para el agroclimatólogo, el calor hace que los incendios sean difíciles de controlar. Por ejemplo, Santiago, en la década de 2010 a 2019, la máxima extrema promedio del verano subió casi un grado a 34,9 grados: "En Australia están prácticamente desbordados. No hay capacidad tecnológica ni humana para controlarlos debido al calor".
En Chile, las altas temperaturas y las olas de calor superan los 30ºC. "De acuerdo a nuestra prognosis, este verano será 2ºC más caluroso que el verano pasado", dijo la autoridad de Conaf.
Para el académico de la Universidad de Talca, el área siniestrada en Australia equivale a que en Chile se quemara Valpo, la Región Metropolitana, O'Higgins y Maule al mismo tiempo. "Acá estamos expuestísimos, si pasara algo así, sería catastrófico porque no tenemos la capacidad humana ni técnica. Hay que evitarlo de todas maneras".
Detalles del plan para combatir incendios
En agosto de 2019 se le aprobó a Conaf un presupuesto histórico para la prevención y combate de incendios de $ 63.000 millones. Según el director ejecutivo de Conaf, previendo como se venía la mano este verano, el monto les ha servido para disponer de 56 aeronaves, incluidos cuatro helicópteros pesados Chinook, capaces de lanzar 10.000 litros de aguas, más 2.515 brigadistas.
Se suman 54 aeronaves de empresas forestales y los 3.500 brigadistas. 1.152 militares del Ejército y Armada y con apoyo de bomberos en todo el país.
"Nada de esto nos servirá si no tenemos el respaldo de la población en cuanto a mantener una actitud preventiva", dijo.